jueves, 29 de noviembre de 2018

Zapatero y el desempleo


Se ha celebrado este fin de semana en Zaragoza la Convención Autonómica del PSOE. El discurso de clausura ha corrido a cargo del presidente del gobierno y secretario general del PSOE José Luis Rodríguez Zapatero que, instalado en la atalaya de su irresponsabilidad, ha hecho algunas manifestaciones que se podrían calificar de sorprendentes si no viniesen de quien vienen.

Entre agradecimientos, curiosas aseveraciones de que, en  referencia a sus apoyos en el partido, "así se pueden afrontar todos los retos", loas al estado de las autonomías y auto felicitaciones por el uso de lenguas cooficiales en el Senado, se ha referido también Zapatero al problema del paro.


Aunque ha calificado la cifra de desempleados como "preocupante y grave", en excepcional ejercicio de inconsciencia y desconocimiento de la realidad, cree Zapatero que "con compromiso y corresponsabilidad de todas las comunidades" el número de desempleados forzosamente habrá de reducirse. Aclarando, eso sí, que a pesar de su magnífica gestión habremos de tener paciencia: "No de hoy para mañana, pero claro que van a cambiar las expectativas para los jóvenes. Ese es el gran reto y el gran compromiso de los socialistas de cara a mayo: dar una oportunidad a los desempleados". (Subrayado mío).

Supongo que a estas alturas de la película de terror, el discurso hueco de Zapatero hallará pocos oídos bien dispuestos a darle crédito ante las tercas cifras que no entienden de demagogias o palabras al viento. ¿Algún ejemplo?  La tasa de desempleo supera el 20 % (compárese con el 6,7% en Alemania, el 9,8% en Francia o el 13,9 en Irlanda); los hogares con todos sus miembros activos en paro se ha situado en la inasumible cifra de 1.328.000; el número de parados de larga duración supera los dos millones; la cantidad de parados que no reciben ningún tipo de prestación supera el millón y medio. 

Con estas calamitosas cifras, supone una obscenidad hablar de tiempo o paciencia: eso es algo que, dramáticamente, no nos podemos permitir, aunque Zapatero parezca no darse por enterado. Y a mayores, no sé si desde la soberbia, la desidia o la estupidez, reconoce Zapatero cual es su única y verdadera prioridad: "Ese es el gran reto y el gran compromiso de los socialistas de cara a mayo", que traducido quiere decir que lo único importante es intentar salvar lo que buenamente se pueda en las próximas elecciones municipales; a los parados, ese molesto incordio que se interpone entre el PSOE y un buen resultado en las urnas, que les den. Con preservativo anti PP o sin él, que no está el horno para bollos.

Si Zapatero tuviese un mínimo de dignidad y decoro, si en ese espíritu arrogante y mezquino se vislumbrase un resto de honradez y sentido común aún estaría en disposición de rendir un gran servicio a este país. De hecho, el más grande (y tal vez el único) desde que ha ocupado la presidencia del gobierno: convocar elecciones generales anticipadas y dimitir. Esa es la petición que, con carácter de apelación suprema, le hago desde aquí a Rodríguez Zapatero: dimita, dedíquese a dar conferencias y deje que otros intenten arreglar lo que usted, desde su manifiesta incompetencia y nula capacidad resolutiva, ha estropeado. Si me permiten una ingenuidad, ¿ustedes creen que me hará caso?

Autor: Rafael Guerra
Publicado el 31 de enero de 2011

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