viernes, 7 de septiembre de 2018

Los fascionalistas de ERC, según Camacho

Oriol Junqueras, el fascionalista en jefe de ERC en los últimos años, ahora en prisión preventiva (2018) como consecuencia de haberse sumado a la intentona de Golpe de Estado en Cataluña.
Ignacio Camacho, igual que yo —o por mejor decir: yo, igual que él—, siente una especial debilidad repulsiva hacia Esquerra Republicana de Catalunya, ese conglomerado fascionalista (fascista+nacionalista) (1) que un calamitoso día asaltó el poder de la Generalidad catalana, con intención de quedarse y sin contar con mérito alguno ni votos suficientes para ello. Lo hizo, sucesivamente, con el exclusivo apoyo de dos tipos a cual más despreciable, políticamente hablando: Los socialistas Maragall y Montilla, ambos deseosos de ascender a la máxima poltrona del “Palau” y ambos, por lo tanto, dispuestos a pagarle a los palurdos radicales de ERC el precio que pidiesen. ¡Y vaya si lo ha ido cobrando!


Camacho no lo dice, pero ya lo digo yo: Estoy convencido de que Maragall y Montilla pasarán a la historia como dos verdaderos desaprensivos que entregaron lo mejor de Cataluña, por cesión directa o dejación, a unas verdaderas hienas políticas que además se despedazan entre ellas y rivalizan en radicalidad y atropello hacia una buena parte de los catalanes. Tales serían los casos de Carod y Puigcercós, entre otros payasos asaltapiscinas y tuneadores. Más tarde Junqueras, el de la imagen de cabecera.

En uno de sus brillantes artículos, titulado “Cordón sanitario”, dice Ignacio Camacho de los ERC:

“TIENE razón Puigcercós: para hablar de ERC hay que protegerse con un cordón -con erre, no es errata- sanitario. Más que nada por no contaminarse de la miseria moral que impregna la atmósfera política alrededor de estos independentistas-caviar tan aficionados a la limpieza étnica del disidente. Salpican ruindad, y no hablo del coche tuneado o de ese trinquecillo de dietas que parece haberles escocido; hablo del café de Carod Rovira con Josu Ternera, por el que en Estados Unidos le habrían acusado de alta traición ante un Gran Jurado; hablo de las algaradas fascistas contra dirigentes del PP; hablo de las noches de cristales rotos y efigies quemadas en hogueras de odio; hablo del acoso a medios y periodistas incluso de su propia cuerda; hablo de altos funcionarios pringados con aceite de extorsión -a alguno de los cuales han colocado... ¡en la oficina antifraude!-; hablo del campo de concentración lingüístico contra los padres castellanohablantes, hablo del desprecio arrogante y estúpido a los diferentes, sean camareros inmigrantes -¿verdad, Carod?- o jornaleros extremeños. Hablo de xenofobia mezquina, de una enajenación filonazi, de un delirio de intolerancia y exclusión. Trae para acá el cordón, Puigcercós, que me lo pongo yo, y añade de paso una mascarilla que preserve del hedor de toda esa basura”.

El resto del artículo, igualmente sin desperdicio alguno, pueden leerlo en este enlace al diario ABC. 

(1) Acertado término made in Elentir.

Autor: Policronio
Publicado el 1 de noviembre de 2008

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios moderados.