Miembros de la Comisión constituyente. |
Mucho y acaloradamente se viene hablando estos días, a veces gritando, sobre la conveniencia o inconveniencia, justeza o iniquidad, de que Doña Sofía, que no es la Reina de España, sino la Reina consorte, pueda decir lo que le venga en gana, al respecto de cualquier asunto, y más si éste es un asunto, digamos, “caliente”, o que afecte a la estabilidad emocional de nuestros compatriotas más desorejados.
Salvo criterio mejor fundado, de ningún precepto constitucional escrito se deduce que la Reina consorte o el consorte de la Reina no puedan opinar al respecto de lo que tengan por conveniente. A no ser, que presumamos que el constituyente, machismo echo carne, entendía, que nosotros entenderíamos, que la Reina consorte haría caso a su esposo y no hablaría más de la cuenta.
Porque el título II de la vigente Constitución, relativo a la Corona, regula la institución, sí no con exhaustividad, sí con la suficiente amplitud, como para hacerse una idea cabal de cuál era el papel que el constituyente reservaba al Rey o la Reina. Pero, salvo en las cuestiones relativas al acceso a la regencia, la Reina consorte, ahora Doña Sofía, no tiene vela alguna en este entierro.
Es por ello, que podrá decirse que las declaraciones de la Reina consorte han sido desafortunadas, no dudo que para la homosexualidad subvencionada y malencarada, proabortistas guerreras y eutanasistas desmelenados, lo han sido. Obvio es decir que a mí me han parecido atinadísimas. Que ha podido mostrarse imprudente en cuestiones que afectan a las relaciones internacionales, sin duda. Pero lo que no podrá decirse con fundamento, es que Doña Sofía, Reina consorte, ha incumplido sus obligaciones constitucionales. Más que nada, porque no tiene ninguna, absolutamente ninguna.
Otra cuestión es, que la mari-tonti-progresía hubiera querido escuchar de labios de Doña Sofía lo que dicen los amigos piji-progres de Doña Letizia, o Gallardón, sin ir más lejos. Pero esa es otra cuestión.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 1 de noviembre de 2008
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