lunes, 1 de enero de 2018

Valencia, Murcia y Canarias, en riesgo de desertización completa


Según puede leerse en el diario ABC, la Comunidad Valenciana, Murcia y Canarias se encuentran en una situación de riesgo (alto o muy alto) de que la desertización afecte al cien por cien de su territorio. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha anunciado que el Consejo de Ministros estudiara hoy un decreto ley sobre "ayudas económicas" a la agricultura para paliar los efectos de la sequía.


La pregunta surge: ¿no era usted la encargada de evitar todo esto mediante la elaboración de un plan alternativo al Pla Hidrológico Nacional? Sinceramente, no se entiende que tener todo un Ministerio de Medio Ambiente para destrozar planes hidrológicos sin presentar soluciones que suplan la labor de destrozo a la que se había apuntado la marea pancartera en los últimos años de presidencia nacional de José María Aznar. Elaborar un decreto ley sobre ayudas económicas a la agricultura es muy fácil, ¿sabe Narbona? Intervenir, recaudar, repartir... eso y mucho más lo sabe hacer hasta el más tonto de mi pueblo. Lo difícil es evitar al máximo la desertización de la franja SE española (últimamente nos movemos de cuadrante en cuadrante...) mediante la elaboración de ingeniosas propuestas que permitan sacar agua de donde sea para esas provincias tan entrañables (Valencia, Alicante, Murcia, Almería, Tenerife, Gran Canaria...) y otras cuya sequía no es tan conocida.

Al final, como casi siempre, la culpa no es de los políticos y mucho menos si éstos son intervencionistas, como los socialistas. La culpa de la sequía la tenemos los ciudadanos y Cristina Narbona ha lanzado una campaña de publicidad centrando su mensaje en la importancia de abrir los grifos sólo el tiempo que sea necesario y proponiendo al ciudadano una serie de conductas para un uso responsable del agua. "Pon tu gota de agua. Gota a gota se hace el río". No, si ya les decimos que ahora el agua va a salir de las restricciones higiénicas de los españoles....

Ah, y mientras tanto, algunos se cachondean del prójimo. ¡Pobres levantinos! Menudos vecinitos que les han tocado. No decimos quienes, para que no se sientan ofendidos y se querellen contra nosotros. Ahora es la moda. Tan duros con los demás, tan sensibles para con ellos mismos... El nacionalismo, aunque sea tan paleto y de aldea como en este caso, es así. ¡Qué le vamos a hacer!

Autor: Smith
Publicado el 17 de junio de 2005

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