Una bandera socialista para el municipio de Oleiros (La Coruña)

Ángel García Seoane - Oleiros

Oleiros es un municipio coruñés de casi 30.000 habitantes y está regentado por una coalición marxista-secesionista (Aternativa dos Veciños - BNG) de carácter netamente frentepopulista. Al frente el gobierno municipal se encuentra Ángel García Seoane, pesonaje muy conocido por sus díscolas propuestas marxistas que chocan frontalmente con el espíritu de concordia y reconciliación nacional que la Constitución Española defiende. Sin ir más lejos, este tumefacto alcalde comunista, proclive a campañas antiimperialistas de todo tipo, ha dedicado algunas calles de la ciudad a los reconocidos "demócratas" Carlos Marx, Che Guevara y es un entusiasta seguidor de otros dos ilustres "liberales": Fidel Castro y Muammar Gadaffi.

Por supuesto que aquí no terminan las tropelías de este bárbaro ultraizquierdista. A Ariel Sharon, por ejemplo, le ha declarado institucionalmente como "bestia" y "asesino" en los paneles luminosos del municipio, cosa que ha causado algunas risas a algún sicario de Polankia, pero que es bastante indicativa del antisemitismo que albergan las ruines entrañas de García Seoane.

Bien. Desde hace dos días hay que sumar un dislate más al cúmulo de repugnantes disparates leninistas de este sujeto. En una votación a mano alzada en la que los miembros de los partidos gobernantes ultragalicistas votaron con el puño izquierdo cerrado, el gobierno local de Oleiros aprobó en solitario (con los votos del PP en contra y la abstención de un PSOE que empieza a abrirse de piernas al BNG) una nueva bandera municipal. Ésta ha tomado como base la bandera de Galicia, sobre la cual se han incluído dos símbolos verdaderamente intolerables:

- un triángulo (¿masónico?) verde que representa el compromiso del pueblo por la ecología y que suponemos, algo tendrá que ver con el tema del Prestige y Nunca Mais.

- y una estrella roja de cinco puntas, símbolo internacional del socialismo bajo cuyos regímenes han perecido unos cien millones de seres humanos.

Los argumentos del alcalde frentepopulista que igual se piensa que vive en 1936 son para nota: "Oleiros é terra de esquerdas". Se trata de "iconos internacionais" que no representan a ningún partido concreto. ¿Cabe mayor sectarismo, cinismo y demagogia? Primero dice que los símbolos obedecen al carácter izquierdista de la localidad, (?) como si se pudiera a toda una población de 30.000 habitantes colgar la misma ideología, para luego decir que como son "internacionales", no son partidistas. El alcalde rojo también ha dicho que "En Oleiros aplastó la izquierda", por lo que estamos ante una "propuesta razonable hecha por un político". Vivir para ver.

Los argumentos del BNG, nuevo socio de Rodríguez Tancredo Zapatero, para emigrar: aquí no pasa nada; hoy toca esta bandera, mañana tocará otra. Hasta la bandera española ha cambiado tres veces en el siglo pasado "e non pasou nada". El BNG de Anxó Quintana.

La descabellada propuesta no ha sido tomada en serio, pero lo cierto es que va a salir adelante sin mayor problema. El cantón marxista-guevarista de Oleiros cualquier día declara su independencia de España y de la propia Galicia. Mientras tanto, apoyamos la alternativa de los ediles populares del "entrañable" municipio coruñés: "sustituir la estrella roja por otro símbolo, por ejemplo, una gaviota". Al fin y al cabo estamos hablando de símbolos celestes y de la costa galaica, y una gaviota pega más ¿no?.

Bien, éstos son los amigos del BNG, el partido que va a cogobernar con la sucursal gallega de Rodríguez Zapatero. ¿Alguien duda de que vamos a vivir una legislatura emocionante en Galicia? Las disquisiciones que se hagan los dirigentes del BNG (seguir en el coche oficial vs defensa de los disparates que caracterizan a la UPG, por ejemplo) van a marcar claramente el futuro de Galicia. Y por lo que nos cuentan, éstos no están tan apegados a lo "material" como los de la Esquerra. En fin, tiempo al tiempo, amigos.

FUENTES: El Ideal Gallego, 01-07-2005, p. 21. La Voz de Galicia, 01-07-2005, p. L12.

Autor: Smith

Publicado el 2 de julio de 2005