Josep Piqué es uno de esos políticos del Partido Popular que se caracterizan por aquello de "ni una mala palabra, ni una buena acción". Elegante y educado como pocos, el presidente del PP de Cataluña destaca actualmente por una sola cosa: los desastrosos resultados electorales que cosecha comicio tras comicio en Cataluña. No es extraño que, fruto de su palmario fracaso en la estrategia política popular catalana, la evolución en la expectativa de voto del partido haya caído en barrena y que haya tenido que surgir una plataforma catalana no-nacionalista para cubrir los huecos que otros han abandonado.
Bien, así están las cosas dentro del espectro "liberal-conservador" español en Cataluña, cuando nos sale Piqué con las siguientes declaraciones en Catalunya Radio: Ángel Acebes y Eduardo Zaplana "son personajes políticos de gran valor pero que se les identifica con una determinada etapa muy concreta que nos conecta con el pasado". ¡Muy bien, Josep, muy bien! Vamos a traerle a colación tan sólo esta reseña de su intervención en el Palacio Municipal de Lalín (Pontevedra), durante la pasada campaña electoral gallega: "Con Fraga, Galicia seguirá estando bien gobernada, progresando y siendo un ejemplo para el conjunto de España". ¿Acebes y Zaplana asociados al pasado? Entonces, ¿con qué asociabas a Manuel Fraga Iribarne el pasado mes de junio?
Hace falta tener poca vergüenza para arremeter, con mucha elegancia eso sí -porque a elegancia nadie gana al engominado Piqué-, contra las dos personas que más están bregando en los momentos más críticos del Partido Popular de los últimos quince años. ¿Acaso es fácil remar y dar la cara cuando todo está contra corriente? Pues eso es lo que están haciendo personas como Acebes, Zaplana o Aguirre. Personas que, a diferencia del ertoiliano Piqué (de la petrolera Ertoil), ni están manchadas por asuntos turbios y además han cosechado éxitos de considerable magnitud desde sus puestos de responsabilidad.
Usted, señor Piqué, siga centrando su discurso. Es más, le propongo que dialogue ("dialogando se entiende la gente", dijo un paisano suyo) con la Esquerra antijuancarlista para centrarse más rápidamente. Carod es el futuro mientras que Acebes y Zaplana representan el pasado, ¿no? Siga con la página web de su partido en catalán, de momento ".org" porque no pueden todavía lucir el ".cat" y llenando de banderitas de cataluña toda la ornamentación gráfica. Muy bien, centrándose se entiende la peña.
Nos parece todo muy bien. En el 2004, el PP pasó de tener el 22,7% al 15,5% de los votos en Cataluña. Con su hábil dirección, pronto podrá llegar a ser un partido extraparlamentario, pero elegante y muy centrado. Bien alejado del espíritu "neocón" de Acebes y Zaplana y sobre todo del "neofranq" de Aleix, aquél otro dinosaurio del pasado que plantando cara al separatismo catalán llevó al PP a sus más altas cumbres.
Autor: Smith
Publicado el 4 de julio de 2005
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