Por adaptarse a la perfección a nuestra sección “Memoria Histórica para todos”, que es una de las más visitadas y está reservada a desmitificar a esos falsos héroes que la izquierda pretende ahora encumbrar e idealizar, cuando en su momento, II República y Guerra Civil, muchos de ellos no fueron más que simples villanos o acreditados criminales, reproduzco aquí el artículo que el periodista vasco, Alfredo Amestoy, escribió hace un par de años con motivo de la gran polémica suscitada entonces sobre el Valle de los Caídos. Yo no conocía el artículo, que me ha llegado recientemente en el correo de un buen amigo, y sospecho que muchos de los lectores de Batiburrillo estarán en mi mismo caso.
Lo cierto es que la polémica no ha disminuido un ápice, al contrario, cada día se levantan nuevos falsos testimonios o se achacan nuevas monstruosidades a quienes decidieron una obra destinada a la reconciliación. Rara es la semana en la que uno deja de leer en la prensa y en los abundantes foros de la izquierda de Internet, cada día más radicales, toda una serie de vilezas acerca de la esclavitud y los trabajos forzados de los muchos miles de presos políticos que intervinieron en la obra y allí perecieron, vilezas que van destinadas tanto a desacreditar al anterior régimen, que a mi juicio no fe mirífico pero mucho menos demoníaco, como al objetivo de “dinamitar” una obra religiosa que a modo de magno panteón acoge restos de uno y otro bando de nuestra lamentable contienda.
No hay duda alguna de que el proyecto de los nuevos “rojos”, así hubo quien lo propuso recientemente, es convertir el Valle de los Caídos, secularizándolo con tres capas de sal ideológica, en un “Museo de los horrores” a mayor gloria de sus ancestros políticos, de los que se declaran herederos. Cualquier amante de la verdad histórica, única memoria que debe interesar a los hombres libres, obligaría a posicionarse en contra del escabroso proyecto, al menos mientras éste se base en falsedades y se destine a un fin tan nefasto. Así pues, debido a su elevado interés, ya que en el texto de Amestoy se aclaran unas cuantas verdades, doy paso a esta nueva serie:
La ley del silencio (I)
Antes de promulgar la Ley de la Memoria Histórica, quizás convenga derogar la «Ley del Silencio» que, en perjuicio de todos, vencedores y vencidos, ha regido en torno a lo que ocurría en el Valle de los Caídos.
Así se explica que, como nunca se dieron a conocer datos sobre la construcción de la obra, el informe elaborado en 2006 por el socialista maltés Leo Brincat para el Consejo de la Unión Europea «con objeto de que se condene internacionalmente a la dictadura franquista», insista en cifras que, después de muchas investigaciones, han sido rectificadas.
Por ejemplo, el número de presos políticos que trabajaron en las obras. Según la prensa de la época, a finales de 1943, trabajaban en el valle seiscientos obreros. Y, en el libro que escribió el arquitecto director, don Diego Méndez, se señala que «durante los quince años que duraron los trabajos intervinieron dos mil hombres (y ni todos a la vez, ni todos penados)».
O sea que es un error de bulto la cifra dada por TVE hace poco, en «Memoria de España», al decir que en las obras intervinieron veinte mil presos políticos.
Los documentos rectifican estos datos del director y elevan la cifra de obreros a 2.643, de los cuales el número de penados no eran ni un diez por ciento, 243.
De estos 243 presos políticos que se habían acogido libremente a la «redención de penas por el trabajo» –«seis días de redención por cada uno trabajado»; más de lo que, luego, estableció el Código Penal que fue de «tres días por cada dos trabajados»– y gracias a los indultos y concesiones de «libertad provisional», en 1950, nueve años antes de que terminaran las obras, asegura la Fundación Francisco Franco que ya no quedaba en el Valle ni un solo preso político; y, curiosamente, sí presos comunes que quisieron beneficiarse de condiciones tan favorables para poder redimir penas por trabajo.
Estas informaciones sobre el Valle no se hacían públicas y, en cuarenta años de periodista, yo Alfredo Amestoy, periodista y escritor sólo recuerdo una ocasión en la se habló de este tema en Televisión Española.
Autor de la serie: Alfredo Amestoy (Firmas invitadas)
Autor de la presentación e imágenes: Policronio
Publicado el 28 de octubre de 2008
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