Algunos lectores de Batiburrillo, como podría ser el caso de Mabel, no dudan en salir en defensa de José Montilla, un político que decidió profesionalizar tal actividad y convertirla en la única ocupación que se le ha conocido en su vida. Montilla llegó con 16 años a Cataluña y a los veintipocos ya era teniente de alcalde de Sant Joan Despí. Y lo defienden, además, con el peregrino argumento de que a Montilla le tocó “tener como socios a los de ERC”. Cuando es bien sabido que el PSC y ERC negociaron a fondo la formación del actual gobierno, refrendando el pacto del Tinell de la anterior legislatura, y que había otras opciones claras para no darle entrada en el Gobierno catalán a una gentuza que había negociado directamente con la banda de asesinos etarras.
Bien, pues hoy puede leerse en Libertad Digital, que reproduce un artículo publicado en El Mundo, una noticia cuyo titular dice así: “La Generalidad inicia una nueva ofensiva contra los negocios que aún rotulan en castellano”. Y se añade en LD: La ofensiva nacionalista ha intensificado su acoso a los que aún se resisten a rotular sus negocios en castellano. Según informa El Mundo, la Generalidad ha mandado cartas a los comerciantes y les exigen que utilicen ‘al menos’ el catalán. Por ello, tras advertirles de futuras sanciones les recordaron que ‘la lengua propia de Cataluña es el catalán’.
Jordi Anguera i Camós |
Lo primero que habría que aclarar es que la iniciativa de aplicar una nueva vuelta de tuerca a los comerciantes catalanes que aún no han claudicado en el tema del idioma, como por ejemplo el administrador de fincas Germán Giménez Araque, con negocio desde los años 50 en el barrio de Sans de Barcelona, ha partido de la Agència Catalana del Consum, a cuyo frente se encuentra el miembro de ERC Jordi Anguera i Camós (foto), que jerárquicamente depende de la Secretaria de Política Financera, Competència i Consum, dirigida por el socialista (¿?) Miquel Salazar i Canalda y que a su vez obedece al Departament d'Economia i Finances que dirige el socialista (¿?) Antoni Castells i Oliveres. Todos ellos, bajo la presidencia del socialista —dicen las malas lenguas— José Montilla Aguilera.
Es decir, que la cadena de mando del PSC al frente del Gobierno catalán no ha sido capaz de frenar al aguerrido miembro de ERC en su deseo de atropello idiomático y de convertir en retroactiva, remontándose hasta 60 años atrás, una ley infumable para cualquiera que valore la libertad de usar el idioma común. Lo que a mi juicio supone una de dos: 1) Se ha pactado que los de ERC vayan por libre, mejor dicho, vayan de opresores, de ahí que los sociatas prefieren mirar para otro lado o bien 2) Comparten el esperpento nazi de prohibir los rótulos en la lengua oficial y común de todos los españoles.
¡Ah!, que no se me olvide añadir que uno de los afectados, Germán Jiménez Araque, ha comentado la posibilidad de recurrir hasta donde haga falta en los tribunales e incluso no descarta la idea de marcharse de Cataluña. Porque al final es lo que sucede en toda comunidad sometida al zarpazo de los fascionalistas, como puedan ser el País Vasco, Galicia o la propia Cataluña, que la gente acaba por votar con los pies tras comprobar que mientras en España no exista un Gobierno que vele por todos, los nazis actuarán con absoluta impunidad. Y es que por encima de los politicastros catalanes citados, para vergüenza de los españoles, hay otro individuo al frente del “Gobierno de España” que se muestra de lo más displicente ante ciertos atentados a la libertad.
Autor: Policronio
Publicado el 3 de noviembre de 2008
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