sábado, 29 de septiembre de 2018

Lo penúltimo de la Justicia: Txapote y su novia pasan a la sección de pareados

Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', y Irantzu Gallastegi, asesinos de Miguel Ángel Blanco.

Acabo de leer en El Mundo que dos viles asesinos —incluso entre los criminales la vileza posee sus grados—, hombre él, mujer ella, conviene aclararlo porque hoy en día con el “todo vale” nunca se sabe, dicen que emparejados y definidos como “compañeros sentimentales” —como si semejantes asesinos poseyeran sentimientos— pasarán a la misma prisión y podrán convivir. Que a diferencia de sus víctimas, las cuales descansan en la paz del cementerio y no tienen las mismas necesidades mundanas, pobrecitos ellos los etarras, lo mal que deben estar pasándolo sin poder verse ni… 


Este es un caso que afecta a “Txapote, autor de los disparos que acabaron con la vida del edil del PP de Ermua, Miguel Ángel Blanco, y su compañera sentimental, la etarra Irantzu Gallastegi”, participante igualmente, y por ello condenada, en el acto de mayor ignominia cometido por la banda de criminales de la ETA. No es el atentado más destacado en el número de víctimas, pero sí en el ensañamiento producido. Se trata de una gentuza que antes, durante y después de sus detenciones jamás mostraron el menor signo de arrepentimiento —aún recuerdo cómo Txapote se encaraba con el Tribunal que le juzgó y no cesó de insultar— y por lo tanto no cabe en imaginación alguna que, desde sus respectivas condenas, estos canallas hayan hecho méritos para ser obsequiados con semejante trato de favor.

La justicia de prisiones, en este caso, además de escandalizar a la sociedad se convierte en lo que jamás debe ser: Una especie de sección sindical dedicada a la defensa de las inmoralidades carcelarias y los que las reivindican. Claro que, y así debe entenderse, en el presente caso nos hallamos ante la continuidad de unas medidas políticas no demasiado alejadas de las concedidas a Ternera y su novia, que fueron precursores en el favoritismo carcelario, y relacionadas igualmente con la definición de Otegi como “hombre de paz”. ¿Será verdad, y comienzan a aparecer las evidencias, lo que dice el PNV de unas nuevas conversaciones PSE-ETA?

Txapote
Me pregunto qué clase de justicia tenemos en España que acaba convirtiendo a las peores bestias de nuestra sociedad (no hay más que ver el gesto de Txapote) en una especie de funcionarios del Estado, a pensión completa y privilegios comunicativos sin límite. No me extrañaría que cualquier día de estos, en lugar de dedicar a los más sanguinarios de ellos a desbrozar las cunetas o picar piedra (como al parecer hacen en USA), acabasen por crear, en la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, la sección de “Pareados” con patio interior, jardín y TV por cable, donde sería alojada, de dos en dos, de tres en tres o de cuatro en cuatro —si todo vale, debe valer igualmente la cama redonda—, esa canalla etarra que lleva a sus espaldas la espantosa cifra de casi mil muertos, muchos miles más de heridos y damnificados e innumerables afectados por sus estragos y coacciones. Definitivamente así no se les hace pagar el precio de sus horrendos crímenes, así más bien se les recompensa y se les da alas a sus émulos para que sigan por la misma vía homicida.

Autor: Policronio
Publicado el 17 de marzo de 2009

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