20 mascotas revestidas de consejeros judiciales

¿Es lógico que sean las mascotas las que se ocupen de nuestra seguridad jurídica?

Bueno, pues lo han vuelto a hacer. No por esperado, resulta menos vergonzoso. Les ha costado dos años, pero al final han logrado ponerse de acuerdo. ¿Que de qué hablo? Fácil, del nuevo apaño de este régimen nada democrático en el que los partidos políticos colocan a sus peones en el Consejo General del Poder Judicial, un órgano nacido en su día, ¡pásmense!, para garantizar la independencia de los jueces.

Siento vergüenza del PSOE, del PP, de CiU y del PNV, que son los responsables de esta gran prevaricación a la que España está sometida en el ámbito judicial. Nueve consejeros del CGPJ elegidos por los socialistas, a puro dedo, otros tantos designados de la misma forma por el Partido Popular, y un consejero más para cada una de las dos minorías separatistas, que tiene guasa.

¡Qué asco de país! ¿Le habrá dicho alguien a los votantes que sin separación de poderes es imposible la democracia? Que me venga ahora el listo de turno y que me aclare cuál es la diferencia, a efectos de seguridad jurídica, entre lo que aquí tenemos y tienen en Marruecos, por ejemplo. Si allí, en la satrapía de Mohamed VI, todo lo importante lo decide el déspota reyezuelo; aquí, en el reino de Expaña, es el Adolescente el que maneja a su antojo cualquier asunto de la máxima importancia.

Y de la misma manera que en el cacicato del tirano magrebí existe una oposición parlamentaria, por llamarla de algún modo, que se limita a cobrar y a asentir, en la finca de los zapaterinos la oposición se limita a una protesta “descremada” de uvas a peras. La de cosas que han pasado este verano sin que Rajoy se diese por enterado. La de proyectos inmorales que nos anuncia nuestro déspota nacional, apelando incluso a la compasión de los populares, sin que se les conteste por parte de algún portavoz de la derecha: ¿Y vosotros, es que no tenéis compasión de los 100 mil proyectos de vida humana que cada año se destruyen?

Autor: Policronio

Publicado el 8 de septiembre de 2008