miércoles, 29 de noviembre de 2017

Los macacos de Macao


Nada más importante para Maragall, Carod y Mas que desplazarse a la localidad china de Macao, donde se ha celebrado un mundial B deportivo en el que la Selección catalana ha conseguido ganarlo y ascender al grupo A de la especialidad. La prensa regional, puesto que Cataluña es una región de España lo quieran los insignes (¿?) viajeros o no, destaca en todas sus portadas las fotos de los deportistas junto a los políticos de siete leguas. Como aderezo de las imágenes del triunfo, aparece por todas partes la bandera separatista catalana, esa que en el argot nazi denominan estelada, o algo así, y que viene a definir, ya sin tapujos, el instinto desleal que anima a Maragall y a sus cómplices.

No sé con exactitud cuánta gente habrá ido a China a ver a los deportistas catalanes, pero si a cada político le acompaña como poco una corte de diez o doce personas, la foto con la bandera separatista les ha salido por un huevo al resto de los ciudadanos catalanes. Porque dudo mucho de que estos pájaros hayan pagado de su bolsillo un viaje disfrazado de visita comercial al estado-continente chino, nada recomendable si consideramos que las relaciones exteriores son competencia del Gobierno español, al que ni se molestan en consultar, y las comerciales deberían efectuarlas las empresas a título particular. Y es que con el dinero de todos, ese dinero que la izquierda y el nacionalismo catalanes malversan con fruición y lo destinan a la actividad partidista, es muy fácil acercarse a Macao, como el que dice a la Barceloneta, a chupar cámara para que luego los saquen en las noticias y puedan presumir de su catalanidad (¿?) de esparteña o de a perra gorda.

Lo que probablemente no ha medido Maragall, que es otro borrico fanático como su colega de La Moncloa pero con más mala leche, es la posición de entre la espada y la pared a la que ha llevado al Ejecutivo socialista que ahora nos mal gobierna a todos los españoles. Porque si la selección catalana de hockey sobre patines debe disputar el siguiente mundial en el grupo A, al que pertenece España, estoy deseando conocer la talantuda medida que Zapataero adoptará para que no se enfrenten Cataluña con ese resto, en expresión miserable y pérfida de don Pasquale, quien ya nos anuncia que Cataluña será campeona del mundo, por supuesto en la clase A.

Las palabras de Maragall, proferidas en la lejanía de China y bajo el ardor del glorioso triunfo de sus colores, recuerdan precisamente un proverbio chino: Es fácil esquivar la lanza, mas no el puñal oculto. Y Maragall, tras esa estelada a la que se aferra en las fotos, no sólo oculta puñales hacia quienes le votaron, una inmensa mayoría de gente catalana pero que también se siente española, sino hacia el gobierno socialista que le consiente sus desvaríos y su emular a otro sujeto pérfido, Companys, al que hace poco homenajeó y al que parece seguirle la estela (por estelada) de sus traiciones a España y a la legalidad que todos nos dimos en el 78. 

Lo más lamentable de este caso, diríase, es que los medios nacionales de prensa ni destacan las fotos ni aluden en sus primeras páginas a la noticia. Como si la gesta de ese president con cara de chino que es Maragall (fíjense bien en él), a quien, como se ha dicho, algunos le adivinamos el puñal oculto, fuese lo más normal del mundo o bien que la reunión exhibicionista de los nazis nunca se hubiese producido. El Mundo, ABC, El País o La Razón, en sus versiones digitales, no sólo omiten la noticia y las reveladoras imágenes de Macao, sino que apenas hay algún conato de crítica en sus secciones de opinión. La Vanguardia y El Periódico de Catalunya, sí destacan en sus portadas el teatral contubernio social-nacionalista. Un medio electrónico muy leído en Cataluña, e-noticies, dedica prácticamente un monográfico a los macacos de Macao, con abundantes comentarios laudatorios de la felonía. LD sólo avisa de un posible enfrentamiento en el grupo A entre España y Cataluña, sin editorial, sin comentario en su blog y sin artículo alguno de ese trío de buenos columnistas catalanes como son Girauta, García Domínguez o Maestre. Así nos va, sesteando en domingo mientras los fanáticos se disfrazan de tolerantes y socavan el Estado. Ah, se me olvidaba, los representantes del PP brillan por su ausencia, nadie ha quedado de guardia en este fin de semana "estelado" para ejercer la más mínima crítica. Cuanto suceda nos lo habremos merecido. ¡Sea lo que Dios quiera!

Artículo publicado el 24 de octubre de 2004

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