viernes, 21 de diciembre de 2018

"Intentaremos que [España] nos moleste lo menos posible"

Francesc Homs.

Hace tiempo que no escribía nada sobre el nacionalismo catalán y la causa no era la falta de noticias, puesto que en verdad menudean. No, el motivo de mi desinterés fue el aburrimiento que me produce esta gente, dispuesta siempre al uso del lenguaje más desafortunado y despreciativo hacia todo lo español con tal de echar carnaza a su parroquia. Porque a mi juicio este es el tema de fondo: quieren mantener la tensión de los adictos, a través de la soflama, para justificar así unas reivindicaciones sin fin que les permitan conservar el poder y seguir con el proceso de adoctrinamiento.

Artur Mas se cansó de hablarnos de unas líneas rojas que "España" no debía traspasar, sin dar nunca detalles de esas líneas y en el más puro estilo del matonismo, igual que esos fantoches que usan invariablemente unas amenazas que jamás sobrepasan la palabrería. También Pujol, el político más hipócrita que yo recuerde, ha comentado recientemente, después de añadir que le parecen pocas las multas lingüísticas que se han impuesto, que él votaría Sí a la independencia de Cataluña. Y así cada día la monserga nacionalista hasta llevarnos al hastío.

Ahora bien, el último ejemplo ha corrido a cargo de Francesc Homs, portavoz del Gobierno catalán, un sujeto al que han debido poner en ese cargo como consecuencia de su poca cabeza y de saberse que no dejará de expresar unas ideas tan sectarias como irreflexivas. Lean lo que ha comentado este pájaro de cuenta: 

"Nosotros hemos empezado una transición nacional hacia el derecho a decidir. Es decir, el sujeto es Cataluña, nuestro interés es la defensa de Cataluña, y ya está. Y lo demás, intentaremos que nos moleste lo menos posible, por decirlo coloquialmente. Y ya está. Vista la experiencia de estos 30 años, vistas las reiteradas deslealtades con todos los pactos y acuerdos habidos y por haber por parte de gobiernos del Estado de todos los colores, visto todo esto, nosotros hemos empezado esta transición nacional hacia el derecho a decidir en la que, como elemento central, el nosotros es Cataluña, la nación catalana, y ya está. Y el resto, intentar que no nos moleste demasiado, o lo menos posible.

[...] Un marco que ha sido genuinamente defendido siempre por Cataluña es el europeo. Nuestro marco de referencia es Europa, siempre, ya desde la época de Carlomagno, para entendernos. Y ahora, con más intensidad que nunca, porque si hay alguna cosa que nos puede dar confianza en el futuro es el hecho de formar parte de Europa, más que el hecho de formar parte de España".

Veamos lo que en realidad ha dicho el "portacoz" nacionalista: "Nosotros hemos empezado una transición nacional hacia el derecho a decidir". ¿Cómo se traduce una gilipollez semejante? Fácil: Queremos más dinero. Lo que no es óbice para que vuelvan a la carga en cuanto se les dé más dinero. ¿Por qué se escogen esas palabras tan imprecisas? Igualmente fácil: Ni él ni su gobierno tienen narices para declararse independientes así por las buenas, saben de sobras que acabarían todos en prisión, o buena parte de ellos. Y añade: "Vista la experiencia de estos 30 años, vistas las reiteradas deslealtades con todos los pactos y acuerdos habidos y por haber por parte de [los] gobiernos del Estado de todos los colores (¿Estado de todos los colores, cateto? [...]. A lo que uno se pregunta: Puede hablar de lealtad el representante de un gobierno regional que lleva años y años incumpliendo sistemáticamente la Constitución española y pasándose por el trasero las sentencias de los tribunales. ¡Hay que ser retorcido! Mejor dicho, ¡hay que ser nacionalista!

Fuente de la noticia: La Voz de Barcelona 

Autor: Policronio
Publicado el 7 de marzo de 2012

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