miércoles, 28 de noviembre de 2018

ZP, Rubalcaba (el de en medio) y Pepiño encapuchados


Los principales diarios impresos, tal y como puede comprobarse en la imagen, sacan hoy en primera plana el anuncio de los terroristas etarras según el cual declaran un “alto el fuego permanente”. ¡Hala, otra de gambas para consumo progre y relleno de los telediarios! Si no fuera porque da tanto asco esa pandilla de malnacidos con capucha blanca, boina negra y puño izquierdo en alto, al más genuino modo socialista, sería como para partirse de risa ante ese trío de paletos.

Más que nada porque es la tregua número dos millones que han anunciado hasta ahora y se sabe de sobras que durante todas ellas no han dejado de joder al prójimo, extorsionar empresarios, preparar nuevos atentados, rearmarse o, simplemente, amenazar a cualquiera que les insinúe lo que son, unos hijos de puta cargados de mala leche; eso sí, algunas de sus madres son unas santas. Otras no, por supuesto, porque anda que no se ven mujeres de mediana edad o incluso viejorras en esas manifestaciones de apoyo a los canallas y asesinos. En la de Bilbao de la semana pasada, sin ir más lejos. 



Esta gentuza etarra actúa así, practicando el engaño más descarado, desde que el gobierno zapaterino (no confundir con un gobierno decente) les ha ido dando alas porque pensaba usarlos en beneficio propio. El plan fue diseñado sobre el 2002, cuando Zapatero, entonces jefe de una oposición tan subversiva como encanallada, que se dedicó cada fin de semana a echarse a la calle, firmaba la ley de partidos con una mano y la incumplía con la otra.

Los socialistas, emparentados ideológicamente con los etarras, conocen al dedillo que el único recurso que les queda hoy es el engaño, y a el se acogen como a un clavo ardiendo. Por eso no sería de extrañar, metafóricamente hablando, que detrás de esas capuchas blancas se ocultasen ZP, Rubalcaba y Pepiño. Como son unos inútiles en lo económico y unos sectarios en lo moral, y lo saben bien (y saben que lo sabemos), nunca dejan de practicar la única técnica en la que son unos maestros: la propaganda. Por tal motivo cabe afirmar que la ETA no desaparecerá mientras le convenga al socialismo como noticia de primera plana. La banda del terror será exprimida tacita a tacita (sus componentes son tan infames como ilusos). Antes lo hizo el PNV, durante años de recogida de nueces, y ahora es cosa del PSOE de ZP, que igualmente piensa sacarles el jugo. 

Luego lo que aquí interesa, en beneficio de la inmensa mayoría de los españoles, es arrojar a los socialistas zapaterinos al estercolero, puesto que no tardarán en acompañarles los etarras, los odiadores, los nazis periféricos, los zánganos y tanto vividor que se dedica al adoctrinamiento o a repartir el dinero público entre sus cómplices. ¡Sí, ese dinero que es nuestro y ellos malversan a todas horas!

Autor: Policronio
Publicado el 11 de enero de 2011

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