martes, 27 de noviembre de 2018

Víctor Alexandre, otro nacionalista de garrafón

"Cuando la legalidad no es justa, es de justicia transgredir la legalidad".

‘Cuando la legalidad no es justa, es de justicia transgredir la legalidad’. La frasecita de marras, según puede verse en la imagen, encabeza el blog de Víctor Alexandre Benet, que es uno de esos nacionalistas catalanes obsesionados en afirmar de continuo que no son españoles y que Cataluña nada tiene que ver con España, porque… ‘En el caso de Cataluña y España, solo una de las partes es demócrata, la catalana. La otra es totalitaria, arrogante y despótica, y eso complica las cosas’.

Eso sí, el amigo Víctor en absoluto le hace ascos a que cualquiera de sus provocativos panfletos se traduzca a la lengua del enemigo y le deje unas cuantas 'perricas' en su cuenta corriente. 


Ahora bien, lo que no aclara este buen hombre, y no será por falta de palabrería y mala leche extrema, es quién determina si una legalidad es o no justa. ¿Debe ser él mismo quien lo determine? Eso es lo que parece. ¿Tal vez la gente que piensa como él? ¿Los nacionalistas adoctrinados durante 35 años, que es una generación a la que pertenece? ¿Los que han vivido del pesebre nacionalista durante todo ese tiempo, pesebre del que se ha alimentado Alexandre? La legalidad catalana se originó a partir de nuestra Constitución, ¡que nadie lo olvide!, y en Cataluña fue perfectamente respaldada en su momento, como en toda España. A partir de ahí, si no se está de acuerdo lo correcto (Alexandre diría lo justo) es intentar cambiar esa ley fundamental, en ningún caso apelar a la transgresión, porque si se hace, entonces se pasa de ser un nacionalista a convertirse en un nazi, que es la impresión que ofrece Alexandre. O si le parece fuerte el término, digamos que se convierte en un delincuente, o sea, en alguien que no acata la ley y se sitúa expresamente al margen. 

Por otra parte, la frasecita subversiva de Alexandre no aclara hasta dónde debe llevarnos la transgresión, un acto que puede ir desde sentarse a la puerta del delegado del Gobierno en Barcelona, quedándose tranquilo y en calma durante equis días (al más genuino método Xirinacs), hasta entrar en el edificio y liarse a tiros con todo el que se le ponga por delante. Por lo tanto, don Víctor (le pongo el don porque sé que va a joderle), aclárese usted respecto al grado de transgresión que propone. No vaya a ser que alguno de sus rivales le tome en serio y piense que aquí vale todo, dándole incluso por transgredir unas cuantas disposiciones de ese ‘estatut’ liberticida que entusiasma a los de su ralea y que es la primera norma, según el TC y el Supremo, transgresora de la legalidad en España. 

Autor: Policronio
Publicado el 5 de enero de 2011

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