domingo, 30 de septiembre de 2018

Zapatero carece de patriotismo


Lo peor que puede ocurrirle a una nación es que el poder ejecutivo acabe presidido por un fulano que carece por completo de patriotismo y que se mofa de una acción militar que fue ejemplar —cero muertos— y que, de paso, se convirtió en un serio aviso para el déspota marroquí que nos ha tocado en “suerte” como vecino, lo que a su vez constituyó una jugada diplomática maestra para frenarle el expansionismo. Naturalmente, el entonces gobierno de Aznar tuvo que mostrarse de lo más activo en las cancillerías, ante todo con los USA, para que la recuperación del islote de Perejil no degenerara en algo más serio.


Cuando hablo del déspota marroquí me refiero, por supuesto, a Mohamed VI, ese sujeto que, igual que hizo su padre, sigue tiranizando a sus súbditos y reprimiendo violentamente cualquier protesta de los saharauis, con el que Zapatero, cuando aún permanecía en la Oposición, no dudó en fotografiarse frente a un mapa en el que Marruecos llevaba sus fronteras muy adentro de territorios españoles. Zapatero encima lo hizo, en un acto que solamente puede ser calificado de antipatriótico, coincidiendo con una etapa en la que se había retirado el embajador de Marruecos en España.


Pues bien, en una nueva muestra de rechazo hacia cualquier valor que suponga algún aprecio a la nación cuyo gobierno preside, que es el mínimo que debe exigirse a un alto cargo, Zapatero se burló ayer del episodio de Perejil y se lo reprochó a Mariano Rajoy con un desagradable tono de guasa mientras usaba esta frase: “la hazaña de Perejil”, equiparándola a lo que, para él —no para otros—, fue una guerra injusta como la de Irak.

Zapatero, a través de sus “ansias infinitas de paz” en las relaciones internacionales, lo que en su caso no es algo distinto a simple cobardía, y mediante una pusilánime actitud ante los terroristas de la ETA y los separatistas, está demostrando ser el peor gobernante que hemos padecido los españoles en muchos años. Si a eso se le suma que es una verdadera nulidad en las cuestiones económicas, con 600 consejeros a los que jamás escucha y tiene haciendo crucigramas, y que cada ley que presenta en el Parlamento o trata de reformar, como la del aborto, supone un ataque directo a los derechos más elementales, entonces solamente cabe desear un milagro y que un tipo tan dañino se marche cuanto antes a su casa. 

Autor: Policronio
Publicado el 26 de marzo de 2009

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