miércoles, 26 de septiembre de 2018

Galicia, el pragmatismo pide votar al PP

Alberto Núñez Feijoo.

Desde que recomendé no votar al PP en Galicia para ver si así Rajoy, acabado de acomplejarse como perdedor, convocaba un congreso extraordinario del partido y ganaba la presidencia otro político con más brío y mejores ideas para enfrentarse al inspirador del “vale todo”, para lo cual debía producirse una debacle de los populares en las gallegas y un retroceso importante en las vascas, han sucedido una serie de acontecimientos que me han hecho cambiar de opinión. El más importante, quizá, es haberme enterado más a fondo de la mucha corrupción e incompetencia que hay entre los miembros de ese doble gobierno gallego, con consejeros socialistas y nacionalistas que no se hablan y que en teoría están presididos —sólo en teoría— por un Pérez Touriño dedicado casi en exclusividad el lujo personal y al derroche. Y claro, los gallegos no merecen ni de lejos otros cuatro años de corrupción y despilfarro al por mayor. 


Por otra parte, el sinvergüenza de Quintana ha demostrado estos días su falta más absoluta de escrúpulos —a mi juicio muy próximo a la delincuencia—, primero secuestrando a unos 700 jubilados que se dirigían a Portugal, para soltarles un mitin a traición y poco menos que obligarles a escuchar el persistente lavado de cerebro, especialmente sobre su opresiva política lingüística. La segunda afrenta a los gallegos, que ahora ha desvelado el diario la Nación y han secundado numerosos medios, la realizó Quintada —curiosamente, apellido andaluz— el verano pasado, cuando fue visto a bordo de un yate de lujo, paseándose por las rías, como invitado de un cacique de la construcción que comenzaba a pasarlas moradas y que, gracias al irregular concurso sobre la energía eólica, donde hay imputados cuatro miembros relacionados con la consejería de Industria, a cargo de BNG, fue agraciado con una concesión por importe de más de 14 millones de euros anuales, lo que le salvó de la ruina y en agradecimiento sacó a la calle un diario descaradamente pro Bloque.


No sé yo cómo serán los políticos gallegos del PP, pero es imposible que sean peores que estos desahogados que ahora mandan. Si repasamos algunas de las “virtudes” del bigobierno Touriño-Quintana, lo cual es, en sí mismo, todo un escándalo por cuanto no existe la más leve coordinación entre las consejerías de uno y otro partido, no solamente es factible apreciar una alta dosis de sectarismo y malos modos, sino que se advierte a lo lejos que han venido gobernando —es un decir— mediante la imposición y el atropello. Lo demuestran así las más de 100.000 firmas recogidas a favor del bilingüismo y el hecho de que en una gran ciudad como Vigo sea ya imposible escolarizar a los niños en castellano.

Si a eso se le suma lo ya resaltado: derroche para caprichos personales, comenzando por el irresponsable Touriño, y corrupción destinada a favorecer a la clientela, que es lo primero que hacen los socialistas y nacionalistas para tratar de aferrarse al poder, es decir, la compra de votos mediante todo tipo de subvenciones arbitrarias, entonces, francamente, no tengo ninguna duda de que no es ahora el momento adecuado de castigar a Mariano Rajoy, porque el castigo lo recibirían los ciudadanos gallegos y además durante otros cuatro años. Y lo que es peor: una nueva legislatura de este gobierno de corruptos social-nacionalistas, dedicados compulsivamente y en dos bandos a la captura del voto cautivo, que supondría mayor población interesada en que nada cambiase —valgan los modelos de Cataluña y el País Vasco—, haría enormemente difícil la alternancia y la limpieza de tanta basura política como se está acumulando en esa querida región española.

Mejor esperar a Mariano Rajoy en las europeas. Y lo siento por Mayor Oreja.

Origen vídeo: ramonbiosca 

Autor: Policronio
Publicado el 26 de febrero de 2009

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