viernes, 28 de septiembre de 2018

De entrada, Ana Mato debe pasar a la situación de cuarentena

Ana Mato.

Si se confirma judicialmente lo que ha publicado El Mundo, el regalo de un automóvil Jaguar a Jesús Sepúlveda por parte del sinvergüenza Francisco Correa, entonces la esposa del primero, Ana Mato, alto cargo del PP, debe ser cesada a la tercera señal por corrupta consorte. Eso sí, entretanto se sustancia el asunto en el juzgado, la número tres del PP debería ser suspendida de militancia y apartada de cualquier responsabilidad política. De lo contrario, Mariano Rajoy, a quien hoy se le ha escuchado demasiado titubeante y dice que lo del Jaguar hay que demostrarlo, será quien verdaderamente demuestre que no controla con la suficiente firmeza las riendas del partido. 


Veamos, Pedro Jota no es ninguna hermanita de la caridad pero tampoco tiene la desfachatez necesaria para que su diario imite a El País, un medio del que en los últimos meses, por no hablar de años, hay que coger con pinzas cualquier noticia que publique, sobre todo si está relacionada con el Partido Popular. Eso sí, salvo si de trata de Ruiz-Gallardón, en cuyo caso todo son parabienes que los de Prisa le administran al alcalde de la mano rota y por lo tanto igualmente falsos. De modo que la noticia publicada por El Mundo, donde además se facilitan copias de documentos muy comprometedores, tiene toda la pinta de ser cierta y en buena lógica política, a menos que Rajoy manifieste de nuevo su lado blandiblú, debe acarrear consecuencias ejemplificantes.

Se dirá que Ana Mato no tenía porqué saber nada de los trapicheos de su marido. Pues quien lo diga así, a mi juicio no lo dirá muy acertadamente. Una señora que alcanza ese nivel en la política no puede dar por bueno que su esposo llegue a casa con un Jaguar y le diga más o menos lo siguiente: “Nena, mira lo que me ha tocado en una rifa”. Y la señora, confiada ella, lo acepte sin más o sin ocultar que el regalo procede de una fuente ilícita. No solamente por sí misma y por el partido al que pertenece, sino por su propio marido, que también se integraba por entonces en la misma formación y que finalmente fue elegido como alcalde de Pozuelo, donde, por cierto, a pesar de haber dimitido (léase cesado) aún figura en la Web como alcalde. ¿Qué clase de juego nos traemos? 

¡Ya está bien de corrupciones, vengan de donde vengan o las protagonicen los miembros de uno u otro partido! 

Autor: Policronio
Publicado el 12 de marzo de 2009

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