Gustavo Vidal: Masonería, "escuela de tolerancia"

Ángel Galarza, con sobrero y atuendo de marqués, desciende de su coche oficial.

Ángel Galarza Gago, alias "Víctor Hugo" en la masonería, un personaje vengativo responsable de infinidad de crímenes frentepopulistas durante la guerra civil, dijo en el pleno de las Cortes del 1 de julio de 1936, "Pensando en su señoría, encuentro justificado todo, incluso el atentado contra su vida". Semanas después, con la guerra ya en marcha, volvía a hablar Galarza en Mahón, concretamente el día 5 de agosto de 1936: <em>"Tengo un gran sentimiento por la muerte de Calvo Sotelo. El sentimiento de no haber participado en ella...".

Robespierre y Saint Just, dos modelos para los masones de todos los tiempos, especialmente para Casares Quiroga, son conducidos hacia la guillotina, "su" guillotina

Ángel Galarza pertenecía a Izquierda Republicana, el partido de Santiago Casares Quiroga, alias "Saint Just" -ya saben, el Arcángel del Terror de la Revolución Francesa- en la masonería. Creo que Casares Quiroga ha sido el último presidente de España que ha amenazado de muerte al líder -o colíder- de la oposición, que en este caso era José Calvo Sotelo: <em>"Yo no quiero incidir en la falta que cometía su señoría, pero si me es lícito decir que después de lo que ha hecho S.S. hoy ante el Parlamento, de cualquier caso que pudiera ocurrir, que no ocurrirá, haré responsable ante el país a S.S.". (Fuertes aplausos -de las bestias republicanas-).

El saintjustiniano Santiago Casares Quiroga, uno de esos dos o tres políticos imprescindibles para llevar a una nación hacia la guerra civil, fue educado en la "escuela de tolerancia" llamada masonería. Por sus frutos lo conocimos.

Bien, cuando uno escucha al hermano de César Vidal, uno de los últimos fichajes de El Plural -vean hasta dónde llega la obsesión del obseso Sopena por (tratar de) fastidiar a la Cadena COPE- decir que "La masonería es básicamente una escuela de tolerancia", cabe preguntarse si es que esta degenerada casta política republicano-masónica que nos condujo a la guerra civil suspendía en todas las asignaturas de dicha escuela o qué pasaba realmente. O si cuando se afirma que "Zapatero no es masón, aunque algunas ideas suyas suenen muy masónicas", se es consciente de que el Pacto del Tinell, el cordón sanitario, el Tutti fascisti, etc., etc. del zapaterismo no son precisamente ejemplos de actuaciones políticas tolerantes.

Pero en fin, dónde irá el buey que no are...

Autor: Smith

Publicado el 14 de diciembre de 2007