lunes, 26 de marzo de 2018

Gobierno socialista, cada vez más alejado de la democracia

Zapatero y Rajoy en 2006. Visto desde 2018, estos dos sujetos son los responsables máximos de cuantos incumplimientos de la ley y actos violentos se están produciendo desde hace años en Cataluña. ZP por aceptar un nuevo Estatuto tan liberticida y opresor que además, como es lógico, no satisfizo a las separatistas; Rajoy por no ser capaz de echarle narices para frenar en seis años (cuatro con amplia mayoría absoluta) la aberrante deriva nacional-separatista. Sí, estoy convencido de que ninguno de los dos pasará a la Historia como un buen gobernante.

Al gobierno socialista no le basta con pasarse por el forro la Constitución, como se desprende del estatuto catalán, en el que los españoles serán de dos categorías distintas según la lengua que dominen, no contando para nada el conocimiento del único idioma oficial en toda España. Hay ya, al respecto, una primera oleada de españoles afectados, muchos de los cuales se ven o se verán obligados a abandonar Cataluña, como sucedió en su día con esos miles y miles de maestros y profesores de todo tipo a los que no les quedó más remedio que emigrar a otra región o cambiar de trabajo, algo que ni siquiera ahora les solucionaría la vida, puesto que a la empresa privada también llega ya la garra del nacionalismo y la apatía interesada de ZP.


El gobierno socialista tampoco parece muy dispuesto a acatar las resoluciones judiciales que considera desfavorables. Tal es el caso de la sentencia sobre tres policías condenados en el caso Bono, donde el fiscal del Tribunal Supremo ha solicitado nada menos que la repetición del juicio con otro tribunal. En lenguaje llano eso significa que hasta que no consigan un veredicto a la medida del capricho gubernamental -no hay que olvidar que los fiscales son simples ordenanzas del Poder- no pararán en sus pretensiones. Si este tribunal (el que sea) no les gusta, pues van recurriendo hasta que la querella llegue a un juez que simpatice con la causa. Pura politización judicial al socialista modo, o sea, nueva tanda de coces al estado de derecho.

Otro asunto que demuestra hasta qué punto Zapatero se pasa la Constitución por la entrepierna, sin que la Oposición diga esta boca es mía ni se eche a la calle, dicho sea de paso, es la creación de la U.M.E (Unidad Militar de Emergencias), eufemístico modo de llamar a una división de élite al servicio directo del presidente del Gobierno o del ministro en quien delegue. Vamos, que el muchacho se ha dotado de una guardia pretoriana ante la posibilidad, nada descartable, de algún motín ciudadano desatado como consecuencia de alguna de sus barrabasadas.

Para los que le tienen alergia a la lectura del B.O.E, copio aquí el artículo primero de la resolución del Consejo de Ministros: Primero. Se crea la Unidad Militar de Emergencias (UME) que tiene como misión la intervención en cualquier lugar del territorio nacional cuando lo decida el Presidente del Gobierno, o el ministro en quien delegue, para contribuir a la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas. (Las negritas son mías).

Sí, sí, resolución del Consejo de Ministros, nada de resolución parlamentaria, real decreto o ley orgánica, lo que supondría, en los dos últimos casos, la firma imprescindible del monarca. Un monarca, he aquí la inconstitucionalidad del apaño zapateresco en la creación de su guardia de corps, que por lo que se refiere a la U.M.E ha dejado de ser el Jefe Supremo de la FF.AA españolas. 

¿Por qué hace estas cosas Zapatero? ¿Por qué no respeta las leyes ni las resoluciones judiciales? En mi opinión se comporta así porque no es un demócrata ni pertenece a un partido político de tradición democrática. En el caso de la U.M.E, nuestro hombre ha querido dotarse de una unidad a su servicio exclusivo ya que desconfía de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Y Telesforo Rubio, su comisario de confianza para los asuntos turbios, evidentemente no daría abasto en el caso de revueltas callejeras. Digamos que ZP ha querido ponerse la venda antes de recibir la herida, lo que da idea de que este sujeto es consciente del grado de malestar que despertarán sus siguientes decisiones políticas, las cuales pueden llevar incluso a acciones poco pacíficas en algunos puntos de la geografía nacional. Solución: Cuatro mil y pico hombres bien dotados y mejor pagados, en algunos casos con un 50 % más que en el resto del Ejército. ¿Esto es socialismo? ¡Sí, esto es socialismo!

Publicado el 15 de julio de 2006

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