martes, 30 de enero de 2018

Imparable decadencia en Occidente


Nos hemos partido de risa leyendo el espléndido artículo de Fernando Díaz Villanueva, Normandía, un relato sobre cómo contarían actualmente los medios de comunicación europrogresistas el Desembarco de Normandía de 1944. Todo un síntoma de la gravísima decadencia por la que atraviesa Occidente. Decadencia en la que hay países, como Holanda, que parecen llevar la delantera en su particular carrera disolvente.


La regla primera del patriotismo, dijo ayer un diputado socialista, es evitar las disputas entre españoles. A fuer de ser llamado "fascista", preferimos quedarnos con aquella definición del mariscal Petain, para quien la primera ley del patriotismo es defender la unidad de la patria. El problema surge cuando los pasotas interesados que nos gobiernan tienen una filosofía tan decadente -mi patria es la libertad, el independentismo constitucional, entidad nacional...- que la dirección de las sociedades europeas parece estar dirigida hacia el foso más profundo de su Historia.

Francis Fukuyama acaba de exponer peligros por los que atraviesa la mentalidad euromodernista que confunde liberalismo con entreguismo. No hace falta más que echar un vistazo a los atentados yihadistas de Londres y Madrid para darnos cuenta del carácter europeo, islamista pero europeo, de los propios terroristas. El artículo no tiene desperdicio. Los europeos, termina Fukuyama, deberían aprender de la fuerza con la que los EEUU defienden sus esencias nacionales. Los británicos parece que han tomado buena nota.

Autor: Smith
Publicado el 3 de noviembre de 2005

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