jueves, 27 de septiembre de 2018

Javier Madrazo obligado a dar el portazo

Madrazo.

Tengo un vecino vasco, nacionalista radical para más señas, que hace algún tiempo me comentó lo bien que lo estaba haciendo Javier Madrazo, el dirigente de ese partido político de naturaleza híbrida —mitad nacionalismo asilvestrado, mitad fundamentalismo marxista—, que Madrazo ha logrado engarzar mediante el “superglú” del interés personal y el cargo político bien remunerado, puesto que ha venido presidiendo la Consejería de Vivienda y Asuntos Sociales en el gobierno de Ibarretxe y además lo ha hecho nada menos que durante los últimos ocho años.


Y mi vecino lo decía convencido, claro, sin que al parecer le importasen demasiado las corruptelas y arbitrariedades de dominio público, tan relacionadas con cuanto huela a vivienda y asunto social, que por entonces se relacionaban ya con el político comunista y su queridísima hermana Julia, concejala de urbanismo y medio ambiente en el ayuntamiento de Bilbao. Corruptelas como por ejemplo el hecho de que los hermanos se hayan “apañao” dos apartamentos contiguos en lo mejor de la playa de Laredo —ambos son originarios de Cantabria— y hayan iniciado obras mayores, sin solicitar licencia alguna, para unificarlos y convertirlos en un pisazo de 157 metros cuadrados en primera línea de mar. 

Es curioso lo de Madrazo, que se pasó una buena temporada sin atender las cuotas de la comunidad de propietarios donde residía, hasta que se las reclamaron judicialmente —menudo consejero, que no es capaz de entenderse ni con sus vecinos—, y recientemente, en una especie de idea propagandística subliminal al más genuino modo de la izquierdona, propusiera aprobar una ley de Transparencia de las Administraciones Públicas en el País Vasco. Y lo más revelador es que encima lo hiciera, precisamente, a mediados del mes pasado. Y digo lo de subliminal porque, en teoría, no puede ser corrupto quien pide transparencia. A menos, claro está, que la coincidencia de fechas nos haga pensar en que esa iniciativa más bien formaba parte de su campaña electoral. ¡Qué no inventarán los políticos para seguir en la poltrona! ¡Por Dios, qué asco!

Bueno, la verdad es que algo así —proponer determinadas leyes— no significa absolutamente nada para los de semejante calaña, porque ya vimos que ZP aprobó la ley del “Buen Gobierno” y para celebrarlo se dedicó a viajar de gorra, con toda la parentela y en unos medios del Estado que pagamos todos y debían llevarle de compras a Londres o de representación operística a Berlín, entre otros gajes auto-concedidos como el disfrute de vacaciones en los palacios de La Mareta o Doñana, siempre con multitud de sirvientes y escoltas, como por ejemplo una patrullera de la Guardia Civil que controló las inmersiones de la Sonso y que por esa causa desatendió la avalancha de pateras que llegaban por aquellas fechas en Canarias.

Y regresando a nuestro personaje de hoy, del que el mismo domingo se supo que no había logrado revalidad su escaño por Vizcaya —estuve a punto de llorar de la emoción—, circunstancia que se produjo quizá a causa de sus muchos méritos y transparencias, digamos que acaba de conocerse que Madrazo ha dimitido. Eso sí, un cuarto de hora antes de que lo echasen de Ezker Batua-Berdeak, lo que me ha producido una nueva llantera. Y hablando de desconsuelo, remato estas líneas comentando que estoy deseando verle la cara que se le ha quedado a mi vecino, el cual se las da de nacionalista izquierdoso y presume de votar siempre a Eusko Alkartasuna, entrañable formación política que ha pasado de 7 a 2 diputados. Creo.

¡Leñe, estoy contento! Por fin los ciudadanos vascos comienzan a poner en su sitio a ciertos políticos. Aún falta desalojar al PNV de la red de cuevas de Alí Babá diseminadas con profusión por la geografía de “Uskadi”, cuevas que van alternándose, ¡si no de qué!, entre zulo y zulo. Tapiar esas cuevas y zulos llevará una buena temporada. Pero todo se andará, porque con el tiempo y una caña hasta las más verdes caen. Esperemos que López no nos defraude demasiado y acabe pactando dentro de unos meses con el PNV, cuando el iluminado Ibarretxe haya aterrizado y al fin se crea que ya no es lehendakari, en cuyo caso el damnificado de semejante coalición nacionalsocialista podría ser Zapatero en las generales. 

Autor: Policronio
Publicado el 4 de marzo de 2009

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