Lo siento. Les juro que yo no quería escribir esta entrada. Palabra de honor. Pero ciertas cosas no se pueden consentir, hombre, que ya está bien. Vivimos en un país en el que la sinvergonzonería malintencionada de ciertos mangantes aborregados no conoce límite alguno. Y no es así: ni todo vale ni hay derecho a perpetrar semejantes bribonadas.
Recordarán ustedes el caso de Lourdes Hernández, cantante públicamente crucificada por cometer el horripilante delito de declararse de derechas. Pensarán, tal vez, que con el desmesurado desahogo de Nacho Vegas, turiferario de esa “izquierda a cuerda”, ahí acabaría el asunto. ¡Qué va, por Dios!Ahora ha salido a escena un tal Óscar Blanco Hortet, concejal socialista del Ayuntamiento de Aranjuez: sí, efectivamente, ese mismo ayuntamiento en el que desaparecen documentos, ordenadores y cámaras fotográficas (aconsejaría revisar las existencias de papel higiénico, que entre tanta mierda nunca se sabe).
Este notas del carajo, con inmejorables credenciales progres tras haber sido amamantado en la rica teta de las Juventudes Socialistas, ha decidido terciar en la polémica dando un auténtica lección de ignorancia y mala uva; demostrando ser un perfecto malvado y que las acusaciones que Vegas vomitó sobre Lourdes son perfectamente aplicables a sujetos como Óscar Blanco, socialista de pro. En su Twiter ha escrito este fulano: Russian Red una fascista y Amaral unos gilipollas. Dejaré para otro día lo de Amaral, cuyo gravísimo pecado ha sido criticar a Rubalcaba, y me centraré en el tema de Lourdes.
Mira una cosa, Óscar Blanco: en toda esta historia el único fascista que hay eres tú. Y además de fascista eres un cobarde de la peor especie, de los que se quedan en la retaguardia esperando conseguir medallas al precio de la sangre ajena. Vegas se ha portado como un cenutrio, pero el tío al menos se expone a que algún cabreado no vaya a sus conciertos o no compre sus discos. Tú, ni eso. ¡Qué asco!
Si semejante gilipollez se la hubieses soltado a Aguirre, por ejemplo, me la traería floja. Y a Aguirre también, te lo aseguro. Pero hacerle esto a una chica (o chico, da igual) de 25 años no tiene perdón posible. ¿Tú sabes, Blanco, los problemas que tus majaderías le pueden ocasionar a esta chica? ¿Tú sabes, Blanco, que habrá tontitos como tú que se traguen tus patrañas? ¿Tú sabes, Blanco, que existe el derecho a expresar libremente la propia opinión? No te apures, que ya respondo yo por ti: sí. Sí lo sabes. Por eso has hecho lo que has hecho. Porque no toleras al discrepante. Porque no te gusta la democracia. Porque has heredado los genes chekistas de tus amiguitos de los años 30. Porque quieres hacer sangre con una chica a la que estoy seguro que no le llegas ni a la suela de los zapatos. Porque quieres hacerle daño. Porque eres un ser malvado. Porque eres un perfecto canalla. En esta vida casi todo tiene perdón; lo que has hecho tú ni de coña: eres lo más rastrero que he visto en mucho tiempo. Has quedado retratado, campeón.
Unas palabritas para Lourdes, que de este tío me niego a seguir hablando. Lourdes, guapa, tú ni puto caso. Tú a lo tuyo, que es cantar y vivir. No te dejes vencer por toda esta caterva de energúmenos: si hace un par de días te aseguraba que contabas con el cariño de mucha gente, te aseguro que cada vez que uno de estos pájaros abre la boca ese cariño se multiplica. Sé que lo estás pasando mal, pero también sé que has de tener claro que aquí los únicos fascistas que hay son todos aquellos que no toleran la discrepancia, como el tal Óscar Blanco, y que aun tienen los santos huevos de acusar a los demás de lo que sólo ellos son: fascistas intolerantes y resentidos. Te pido de paso un favor, Lourdes, que de tanto escribirte ya he cogido confianza: ven a dar un concierto a mi ciudad; te aseguro que el tío que más veas botar en la primera fila seré yo.
Una aclaración: en principio iba a poner como cabecera de este artículo una imagen de este personaje. No, no, no. Tirirí que te vi. Ni harto de grifa. Semejante enajenación mental ha sido transitoria. Entre una fotografía de este tío o una de Lourdes, la elección está muy clara.
Autor: Rafael Guerra
Publicado el 21 de junio de 2011
Publicado el 21 de junio de 2011
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