Por fin lo ha conseguido: El PIB per cápita de España acaba de retroceder a los valores del año 2004. No hay duda alguna de que ZP estará radiante, escondido detrás de algún armario de Moncloa, cuando no en los conductos del aire acondicionado como en las malas películas de zombis, pero radiante al fin y al cabo si se considera que este sujeto acaba de alcanzar al mayor hito de un gobernante: Dos legislaturas tiradas al estercolero como consecuencia de una política basada en el derroche, el favor a los amigachos y el descontrol de las cuentas del Estado, las comunidades y los ayuntamientos.
Si a una circunstancia tan lamentable como la económica le sumamos la pérdida continuada, durante estos ocho años, de los valores más esenciales de una sociedad, como pueda ser el respeto a la vida desde su concepción hasta su extinción natural, con una aberrante ley del aborto en vigor y otra de eutanasia en puertas, y se le añade que el gobierno socialista está retocando, en contra de lo que prescribe la propia Constitución, la norma que regula el derecho a la objeción de conciencia, que convertirá a cualquier objetor en poco menos que un delincuente, incluidos los menores de edad que objeten a esa infame asignatura conocida como Educación para la Ciudadanía que fija como modelo ideal de régimen político la tiranía castrista, pues entonces nos encontraremos ante un segundo bloque de hechos lamentables que rebajan sensiblemente la calidad de nuestra democracia y la acerca a una parodia de régimen estalinista.
Si todo ello fuese insuficiente para catalogar la era ZP como la etapa más nefasta de nuestra historia reciente, no habría problema en añadirle el caso Bildu, auspiciado desde la esquizofrenia del poder zapaterino, que ha venido jugando a la ruleta rusa con una banda de asesinos profesionales (más de cuarenta años de profesión los contemplan) para terminar, después de corromper al Constitucional hasta convertirlo en un grupito de vasallos, por legalizar a los terroristas y entregarles buena parte del País Vasco, donde ya han comenzado con las mismas acciones extorsionadoras y violentas de siempre. Y es normal que los de Bildu se comporten así, ya que siguen siendo los mismos perros de siempre. Como también es normal que a Zapatero no le haya bastado con cuestionar nuestra Nación ("concepto discutido y discutible"), sino que ha necesitado pervertirla por sus cuatro costados y en todas y cada una de sus instituciones.
Y si de perversiones se trata, no quiero omitir otra creación personal de Zapatero y su régimen de ocho años (hablo de régimen al considerar que nadie es tan canalla si desde su partido no se le permite o se le alienta): Me refiero al estatuto de Cataluña, origen del primer gran resquebrajamiento de la unidad de nuestra patria. Me refiero, repito, sobre todo al atroz desistimiento de un Gobierno de España (ni gobierna ni se considera español) que es incapaz de poner en su sitio a los nacionalistas catalanes cuando dicen alto y claro que no piensan cumplir las sentencias del supremo respecto al modelo de inmersión lingüística obligatoria en catalán.
La pregunta final sería esta: ¿Qué ha tocado Zapatero que no haya terminado envuelto en podredumbre o corrupción? ¿Dónde buscar los resultados de ocho años de mal gobierno? ¡Miren la imagen de cabecera y verán el lugar apropiado!
Autor: Policronio
Publicado el 22 de junio de 2011
Publicado el 22 de junio de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.