A decir del PNV, EA, Batasuna, PSE, EB y demás comparsas nacionalistas, el de Guernica fue el suceso más horroroso acontecido en el País Vasco durante la Guerra Civil Española. Tiene gracia la memoria selectiva de todos estos partidos que llevan gobernando las provincias vascongadas durante treinta años, incapaces todos ellos de terminar con la banda criminal terrorista ETA. Una banda nacionalista y socialista, como ellos. Una banda nacida de una escisión del PNV. Una banda con la que se ha gobernado en innumerables municipios y se ha pactado en Estella. Una banda a la que se le echó un flotador salvavidas desde el mundo nacional-socialista tras el llamado espíritu de Ermua.
Resulta que, unas semanas después de este suceso, varios batallones de la izquierda, con el concurso de los carceleros nacionalistas, asaltaron las prisiones El Carmelo, Los Ángeles Custodios, Larrinaga, Casa Galera, Altuna Mendi y Cabo Quilates. Estos dos últimos eran dos barcos, transformados por las hordas de Napoleonchu en 'cárceles flotantes'. El resultado de la 'heroica' acción fue el que sigue: 324 personas encarceladas, muchas de ellas ancianos y enfermos indefensos, fueron pasados por las armas sin ningún miramiento. Si lo de Guernica fue un horror, ¿qué fue esto? El triple número de personas que las fallecidas en Guernica en una acción de guerra, pero en este segundo caso completamente indefensas, fusiladas por obra y gracia de las turbas social-comunistas, con la connivencia del PNV. Naturalmente, la memoria selectiva del mundo nacional-socialista no tiene neuronas para recordar estos terribles acontecimientos. Faltaría más.
Al respecto, señala la Causa General:
<em>En las noches del 13 y del 14 de septiembre de 1936 fueron extraídos de la prisión provincial de Castellón de la Plana, y asesinados, varios sacerdotes y religiosos, sin que estos asesinatos obedecieran a sentencia alguna de los llamados Tribunales Populares, sino exclusivamente al capricho de las milicias que los realizaron, con el concurso y asistencia de los dirigentes del Frente Popular. El 25 de septiembre de 1936, desde que las sirenas de la ciudad de Bilbao anunciaron la presencia de la aviación nacional, las turbas, entre las que figuraban gran número de mujeres, se dispusieron, de acuerdo con los guardianes de los presos, al asesinato en masa de estos últimos, y así, una vez terminado el bombardeo, se dirigieron hacia los muelles de la ría próximos a la factoría de Altos Hornos, en que se hallaban fondeados los barcos Altuna-Mendi y Cabo Quilates, convertidos en prisión ; algunos grupos se trasladaron en gabarras a bordo de los buques, y en el Cabo Quilates comenzó la matanza en las primeras horas de la noche, siendo asesinados sobre cubierta la mayoría de los presos, y otros en la misma bodega, sobre la que se hizo fuego desde fuera, pereciendo de este modo 41 detenidos. En el Altuna-Mendi, después de obligar a los presos, bajo la amenaza de una ametralladora, a permanecer varias horas con los brazos en alto, se asesinó a tiro de fusil, pistola y pistola ametralladora a 29 detenidos. También en Bilbao, en la noche del 2 de octubre de 1936, un grupo de marineros, e individuos que se titulaban oficiales de Marina de la dotación del acorazado rojo Jaime 1, subieron a bordo del barco-prisión Cabo Quilates, y, con la aquiescencia de los guardianes, asesinaron a 38 presos, a los que previamente despojaron de sus alhajas y objetos personales de algún valor. En la misma capital bilbaína fueron asesinados el 4 de enero de 1937, en las distintas cárceles, un total de 209 presos, realizando los asesinatos fuerzas del Ejército rojo, constando la participación activa de varias compañías de los batallones «Asturias» (7.° de la U. G. T.), «Fulgencio Mateos» y «Malatesta», perfectamente uniformadas, con armamento completo, y a las órdenes de sus jefes, respondiendo desde una de las cárceles el Comandante del batallón «Malatesta» al Presidente del Gobierno vasco, que le pedía una explicación acerca de los sucesos que estaban ocurriendo, que “cuando el pueblo se convenciese de que no quedaba un fascista en la cárcel cesarían las matanzas”. Los milicianos y las turbas que los acompañaban, con las que iban bastantes mujeres, que se distinguían por su ferocidad, se dedicaron al pillaje y al saqueo de los cadáveres, dándose el caso de que hubo milicianos que salieron de la cárcel llevando cuatro abrigos.
Finalmente, el Presidente del Gobierno vasco, José Antonio Aguirre, que no había tomado ninguna medida para evitar estos crímenes, ni desplegado ninguna energía para cortarlos una vez iniciados, encargó al Secretario de Guerra que cesara la matanza, concluyendo ésta a los pocos minutos; debiendo tenerse en cuenta que esta orden sólo se dio a las cuatro horas de comenzados los crímenes y ante las apremiantes instancias de los funcionarios de Prisiones, que suplicaban la intervención de la Autoridad.
Las cifras son exactamente las siguientes:
Cabo Quilates: 83 (16 sacerdotes); Altuna Mendi: 29 (1 sacerdote); Angeles Custodios: 102 (11 sacerdotes); El Carmelo: 5; Casa Galera: 51; Larrínaga: 54 (11 sacerdotes). ¡Menos mal que el PNV era un partido 'vaticanista'! Vivir para ver. Ya lo dice la Causa General: Napoleonchu -apodo con que sus enemigos mortificaban al lehendakari José Antonio Aguirre Lecube a raíz del fracaso de la ofensiva republicano-separatista sobre Villarreal- encargó al secretario de Guerra que cesara la matanza... ¡a las cuatro horas de comenzados los crímenes! Como se puede comprobar, el cinismo del PNV no ha cambiado mucho en setenta años. Y Guernica no fue, ni mucho menos, el episodio más terrible de la Guerra Civil.
Autor: Smith
Publicado 28 de abril de 2007
La misma historia de siempre, los comunistas con su falta absoluta de moral (el fin justifica los medios) amañan los hechos para confundir a los imbéciles, y lo peor es que estos imbéciles se dejan engañar. Nadie puede justificar el cruel bombardeo de Guernica, un pueblo indefenso atacado cobardemente por la aviación alemana para probar sus armas, pero no es menos injustificable que las hordas marxistas masacraran a más de trescientos inocentes indefensos sin que eso les mueva un pelo a los bolcheviques y a los imbéciles-cómplices que los acompañan aún hoy en día. Esta aberración sigue campeando por sus cabales hoy en día y en todas partes del planeta.
ResponderEliminarCierto, parece que resurge el comunismo sin escrúpulos, como sucede ahora en esta coalición de gobierno. Ojalá que los españoles descubramos pronto la falta de moral de esta gente y los mandemos a la oposición.
EliminarPerdón en mi comentario sobre el cinismo comunista me olvidé de poner mi nombre que ahora les envío y es Fernando Manuel de Aróstegui. Adhiero al comentario atinado del señor Espinosa García referido al actual y mamarrachesco gobierno actual. Ese Sánchez y sus acólitos coqueteando con la bazofia marxista; y lo peor y más repugnante es que lo hacen dentro de un marco de absoluta libertad y democracia :les sería imposible hacerlo en la Cuba de Castro o en la Venezuela de Maduro. Da asco que confundan a la gente con sus verborragias deletéreas . En la Argentina ocurre otro tanto con la siniestra mujer Kirchner quinta esencia de todo lo que es crápula, resentido y disolvente. Cuando las masas votan a esa mugre no tienen ni idea del pasaje al infierno que están comprando con su voto
ResponderEliminarMuchas gracias, Sr. Aróstegui, por su nuevo comentario, tan acertado como el anterior.
EliminarGracias a Usted señor Espinosa Reciba mis cordiales saludos
ResponderEliminar¿ A que te refieres cuando dices "cuando no se dio una colaboración directa entre ambos"?, ¿estas hablando del Altuna mendi?, ¿quizas a larrinaga?, ¿o a que?.
ResponderEliminarNo puedo contestarte. Habría que preguntarle al autor del artículo y hace años que no está en Batiburrillo.
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