ZP dijo “estamos mucho mejor de lo que parece y lo vais a vivir”, para cerrar el discurso largado a los dirigentes de su partido durante la celebración del año 10 de su llegada a la Secretaría General del PSOE. Dados los errores de bulto cometidos en otros vaticinios, muchos se apresuraron a mofarse por esta nueva patochada. Pero lo que creo que pensaba ZP cuando lo dijo es que la crisis bestial a que él ha conducido al país, tanto política como económicamente hablando, no está afectando al PSOE del modo como cabría esperar. Viene a ser como aquello de la “dulce derrota” que dijo Felipe González en 1996, cuando perdió ante Aznar pero por los pelos. Con una crisis económica grande y con una corrupción galopante, el PSOE sacó ocho millones de votos, cuando lo normal en una sociedad democrática moderna es que hubiera tenido que disolverse el partido y refundarse con otro nombre.
ZP quiso animar con esa frase a sus huestes dirigentes, ante la preocupación existente en muchos de ellos porque las concesiones del Presidente a los nacionalistas y la brutal crisis económica puedan pasarles una dura factura en las urnas, poniendo en peligro muchos de los puestos de trabajo de altos cargos. ZP quiso hacerles ver que deben permanecer tranquilos, puesto que tienen una base fiel de votantes, con unas tragaderas enormes y a las que él animará en el momento oportuno con un poco de guerracivilismo por aquí y de anti PP por allí. ZP no estaba ahora hablando de economía, donde no da una, sino del PSOE como empresa de colocación de sus afiliados fieles.
Otra de sus frases fue que "Yo no soy optimista porque desconozca las dificultades; soy optimista porque conozco las potencialidades de España y de los españoles (...) que hemos superado momentos difíciles y demostrado al mundo que somos un país moderno, avanzado y capacitado como cualquier otro". Desde luego, las potencialidades de los españoles han de ser tremendas para salir del pozo en que ZP ha llevado al país. Y nadie discute dichas cualidades hispanas. Lo que ZP debería meditar es que él en particular carece de dichas potencialidades, que el cargo le viene muy grande y que acabará por sumir a gran parte de la población, no afín a los fanatismos ideológicos de izquierdas o nacionalistas, en el pesimismo.
Autor: Bucan (Firmas invitadas)
Publicado el 25 de julio de 2010
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