Grecia se ha convertido desde el punto de vista económico y político en un harapiento zombi, un muerto resucitado por nuevos prestamos que sumar a su descomunal endeudamiento público. El presidente griego, el socialista Papandreu, ha tenido que pactar un rescate con la UE y el FMI y aplicar un plan de ajuste que supondrá recortar el sueldo a los funcionarios, paralizar las contrataciones públicas, congelación de salarios en las empresas privadas durante tres años, recortar las pensiones y subir un 10% los impuestos sobre alcohol, tabaco y gasolina.
¿Qué pretenden con esas manifestaciones que todo lo arrasan y chillando en contra de la UE o el FMI? ¿Acaso que el ahorro exterior les siga manteniendo un tren de vida y unos servicios públicos para los que no producen suficiente riqueza? Lo más preocupante es que España, que no es Grecia como repite machaconamente ZP y su banda de música, lleva el mismo sendero que recorrió durante un tiempo el hoy harapiento zombi griego.
Autor: Bucan (Firmas invitadas)
Publicado el 6 de mayo de 2010
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