Ni siquiera los socialistas más farsantes y manirrotos, una variedad sarmentosa que gobierna Extremadura desde la Transición para acá, serían capaces de desmentirnos que la región extremeña se sitúa a la cola de cualquier baremo que indique bienestar. Los extremeños son de los últimos en lo bueno y de los primeros en lo inaceptable, como pueda ser el alto nivel de desempleo, el de pobreza por habitante o de fracaso educativo. Y permanecen así, para más inri, a pesar de que hace décadas que el resto de los españoles los subvencionamos con miles de millones anuales, primero en pesetas y ahora en euros.
Hoy me he enterado a través de PD (No se pierdan el artículo completo) que la última frivolidad del Gobierno extremeño, tras darles una pasta a los gays chilenos (Otro artículo que no deben perderse) y organizar en los últimos días unos cursillos masturbatorios con dinero público, ha consistido en pagar un viaje de 14 días a China, en una aventura turística por el morro en la que participó un grupo de 20 personas, con el lamentable pretexto de que sus componentes presenciarán un eclipse de Sol que dura siete minutos. Eso sí, estoy convencido de que en todos estos casos ha habido no poco mamoneo. Francamente, uno empieza a estar ya más que harto de tanto lastre autonómico.
Texto: El Corregidor (Firmas invitadas)
Publicado el 16 de noviembre de 2009
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