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| María Emilia Casas, presidenta del Tribunal Constitucional. |
Si se confirma la noticia de La Gaceta [enlace roto], a la presidenta del Tribunal Constitucional va a terminársele esa siesta de tres años que se está echando —por orden de la superioridad socialista— para no sacar adelante la sentencia sobre el estatuto de Cataluña, un apaño ilegal de cabo a rabo para cualquiera que no sea nacionalista o izquierdista de los del todo vale con tal de seguir en el mamoneo.
El sindicato Manos Limpias, que es una asociación de lo más necesaria cuando la Justicia del TC ni siquiera anda renqueante (situación vergonzosa donde las haya), sino que además de tuerta de un ojo se muestra tetrapléjica, prepara una denuncia contra María Emilia Casas por haber tomado parte interesada en la liberación de la Mesa de Batasuna, uno de cuyos componentes, condenado hoy por su integración en la banda de asesinos etarras, resulta que era amigo personal de la señora Casas, de su marido o de ambos.
Si el Supremo acepta la denuncia de Manos Limpias y la señora Casas resulta finalmente imputada, se dará una situación en el Constitucional perfectamente acorde a la realidad que se vive en ese alto tribunal: La demostración palmaria de que está integrado, al menos, por algún delincuente. De lo que se deduce que pocos organismos hay tan innecesarios como un TC alejado de la independencia judicial y postrado al servicio del "Mando", hoy en manos de unos zapaterinos sin escrúpulos a la hora de pasarse la Constitución Española por un determinado lugar.
Texto: El Corregidor (Firmas invitadas)
Publicado el 17 de noviembre de 2009
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