El pequeño preámbulo en el capítulo anterior sobre Damasco, al fin y al cabo sólo una ciudad respecto al enorme territorio que el islam ocupa, no es más que el método de relacionar al islam con aquellas poblaciones o áreas donde la religión de Alá y sus noventa y nueve nombres se manifestó en una u otra tendencia. Así, tenemos las siguientes etapas del islam:
1. El islam germinal de La Meca, que representa el período más puro, el auténtico y a mi parecer el único estimable.
2. El islam de Yatrib o Medina, que nos habla de belicosidad y desencuentro, de guerra santa e iniciación del odio contra los opositores de Mahoma en La Meca.
3. El segundo ciclo del islam de La Meca, ya muy elaborado por quienes lo adoptaron a su conveniencia y convirtieron en atracción “turística” el viejo templo de la Kaaba, con visita obligada mediante uno de los cinco pilares: La peregrinación.
4. El islam de un Damasco omeya que, como se ha dicho, fue mucho más liberal y respetuoso con el no musulmán que otras tendencias posteriores.
5. El islam de Bagdad, radicalizado y forjador del Hadit o Sunna del Profeta.
6. El islam de las ciudades de al-Andalus, ante todo culto y laborioso puesto que fue omeya y sustentado en una población hispana que no poseía la tradición de guerrear entre sí, a diferencia de esas minorías yemeníes o calvíes que llegaron en aluvión y ocuparon los más altos cargos.
7. El islam de Estambul, lascivo, ostentoso y arrogante.
8. El islam de los pueblos magrebíes, propenso a las revueltas y a los cismas sufíes.
9. El islam vecino de Israel, en manos de reyezuelos tiránicos y exaltados.
10. El islam chiíta de Teherán, de refinado y odioso fanatismo.
11. El islam del Asia media y extrema, semillero de exaltación neoconversa que irrumpe allí como un sunami, sobre todo tras la caída del extinto imperio de la URSS.
Autor: Policronio
Publicado el 7 de junio de 2009
Enlace al capítulo anterior: El Islam I (revisado)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.