Cuevas del Águila, Arenas de San Pedro (Ávila-España) |
Para que no digan los modelnos que soy un carca redomado, en todos los órdenes, incluido el artístico –me quedé en Monet, del que mi esposa hace unas copias magníficas- tengo que reconocer que me gusta lo de Barceló en Ginebra. Más que el bodrio de vaso de duralex invertido, que se ve y no se ve en la estación de Atocha.
Lo que no impide que diga que Barceló no es un gran artista y mucho menos, un genio. Es un grandísimo copión, que va a comer los próximos diez años con el dinero de los pobres, según el parecer de Doña Soraya que, aunque no sea suficientemente anti izquierdista, para mi gusto, de vez en cuando se pone de un chulo pepiñiano que asusta: "Tendrá un minuto para abandonar el Ministerio", le espetó a Moratinos, sin perder, ni un ápice, la calidad de la permanente.
Espero, no obstante, que en acto de desagravio a la naturaleza abulense, le de al diente en cualquiera de los magníficos restaurantes de Arenas de San Pedro, en cuyo término municipal se encuentran las Cuevas del Águila. Modelo de “cueva primigenia”, ZG dixit, del que el mallorquín, de seguro que ha copiado el encarguito.
No se a que esperan los sandios, como representantes de la Madre Tierra en la idem, y la SGAE, para reclamar al Sr. Barceló los buenos dineros a que deben ascender los derechos de autor de la cueva-cúpula-capilla psicodélica.
Autor: Carlos J. Muñoz
Publicado el 19 de noviembre de 2008
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