Es necesario que el objetivo número uno de cualquier gobierno no socialista sea llevar al delincuente Zapatero ante los tribunales. Se ha burlado atrozmente de las leyes y de los españoles. Ha jugado indignamente con los mejores sentimientos del pueblo, el deseo de paz. Y además, con la complicidad de otros delincuentes como Cándido, sigue burlándose cada día que pasa. ZP es un traidor redomado y un farsante que no ha dudado en mantener 25 conversaciones con los terroristas mientras sus compañeros de partido iban siendo asesinados. Incluso, si se me apura, es preciso que cualquier gobierno, aunque sí sea socialista pero no zapaterino —corriente ésta que en realidad ampara al antisocialismo más descarnado—, comprenda que el procesamiento de Zapatero es inevitable.
Sí, el PSOE deberá llevar hasta el banquillo al sinvergüenza que ahora los manda. Si saben lo que les conviene, los socialistas decentes deberán procesar algún día a ZP como la única garantía de su propia supervivencia política como partido importante. Lo contrario acabará por convertirlos en residuales, ya que la depravación de este hombre al parecer no posee límites. Ahora mismo, según escribo esto, me hago cruces de que pueda ser cierta sólo una parte de lo que se afirma en Gara respecto al resultado y acuerdos en las reuniones entre socialistas y terroristas.
Además de un malhechor, ZP es un tipo de lo más cobarde, porque ahora pretende culpar a Egiguren de esos 25 encuentros con los etarras. Dicen los inmorales de Ferraz que el maltratador y dirigente de los socialistas vascos actuó exclusivamente a título personal. ¡Mentira podrida y ellos saben que es mentira y saben que lo sabemos! Si fuese así, no habrían dudado ni un segundo en destituirlo de su cargo de presidente de los socialistas vascos. Bueno, en realidad forzaron la marcha de Redondo Terreros justamente por todo lo contrario, no plegarse a la traición. Habrían destituido a Egiguren, repito, e incluso habrían actuado penalmente contra él, porque no hay ninguna duda de que ha transgredido de lleno la Ley de Partidos y se ha convertido en un delincuente. Si Ibarretxe, por reunirse en alguna ocasión con Otegi y otros batasunos esta procesado por el TSJPV —que lo condenen o no es una cuestión de conveniencia política—, cuántas más razones no habrá para procesar a quien se ha reunido tantas veces y tan directamente con los jefes terroristas.
Pero claro, aquí el fondo del asunto es que Egiguren fue siempre un mandado y el verdadero responsable de toda esta canallada es Rodríguez Zapatero, que desde el año 2002, desesperado ante unas encuestas que no le daban posibilidad alguna de ganar las elecciones, decidió encomendarse al diablo y jugar la carta de una falsa pacificación que venderles a los españoles. ¿No es así, miserable? La ETA tenía motivos sobrados para negociar con los socialistas, estaba derrotada, fuera de las instituciones y arruinada en lo moral y lo económico por la labor del gobierno de Aznar. Nada tenía que perder con reunirse y negociar una salida que no implicase su derrota definitiva. Pero… ¿y ZP?, qué tenía que ganar ZP manteniendo reuniones con los etarras dos años antes de las elecciones generales y de llegar a La Moncloa. ¿Qué consiguió el miserable Rodríguez de los pistoleros —mejor decir dinamiteros— a cambio de ese acuerdo que ahora se desvela y en el que, como se está viendo, el muy cobardón no para de ceder y ceder y ceder ante los terroristas?
Si alguna vez hay verdadera justicia en España, ¡vive Dios que este fulano traidor, cobarde y delincuente deberá acabar sus días entre barrotes! Mientras, ¡clamo al Cielo por ello!, que nadie que se considere decente le ofrezca su voto al socialismo. No, hasta que hayan expulsado de sus filas al sujeto más pérfido y nocivo para los intereses generales de los españoles que haya dado nuestra larga Historia.
Autor: Policronio
Publicado el 19 de mayo de 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios moderados.