La Comuna de París de 1871 constituye uno de los dos o tres episodios históricos que inspiraron casi todos los movimientos revolucionarios del siglo XX. No hay más que recordar la "experiencia" -porque el marxismo es todo laboratorio- (1.400 víctimas) de Asturias en 1934. Para el PSOE y el PCE, Asturias era la reedición de la comuna. En la nueva sociedad socialcomunista, las masas reemplazaron el Estado por sus propios órganos de gobierno y mantuvieron el poder político desde el 28 de marzo de 1871 hasta su caída, en la última semana de mayo. Durante aquellas jornadas, los trabajadores parisinos reorganizar la sociedad sobre bases completamente nuevas, de tipo socialista o comunista, como ustedes mejor prefieran llamar.
Resulta que, según los ideólogos más "avanzados" de la izquierda del presente, como podrá ser el caso de los cubanos, el vandalismo callejero que viene asolando Francia durante el mes de noviembre, simboliza una nueva comuna parisina. ¡Lo que hay que leer...! Pero no se lo pierdan, porque, cómo no, la culpa de lo que le pasa a Francia es, todita entera, del maldito capitalismo neoliberal, "que pone en duda la posibilidad de vida para una gran parte de los seres humanos del mundo: empobrecimiento, contaminación, desertificación, calentamiento, agotamiento de las fuentes energéticas, competitividad destructiva, migraciones masivas, concentración sin precedente de la riqueza y el bienestar...". La empanada mental y el revoltijo intelectual no pueden ser mayores. Intelectualismo chusco y siniestro a go-gó. Siniestro de siniestra (=izquierda) y siniestro de avieso y malintencionado; en sus dos acepciones.
La realidad, digan lo que digan los neomarxistas (a veces parecen protomarxistas), es otra muy distinta. Francia es una rémora en Europa. Precisamente por la carga de la función pública, la fuerza de los sindicatos y el peso de tantos y tantos partidos izquierdistas, amén de la pervivencia de una extrema derecha de corte más bien socialista. Ahora bien, cabría preguntarse qué cosas tan graves estarán sucediendo en Francia para que muchos judíos terminen engrosando en las huestes de Le Pen. ¿También tiene la culpa de ésto el neoliberalismo?
Autor: Smith
Publicado el 18 de noviembre de 2005
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