viernes, 2 de febrero de 2018

Algo habrá que hacer para recomponer el sistema

Con estos mimbres (partidos políticos) no podemos progresar los españoles.

Dos noticias recientes vuelven a dejar al descubierto la congénita debilidad del sistema democrático español, tal y como está planteado actualmente. La dependencia que de partidos, no ya minoritarios sino localistas (y secesionistas, que es lo peor), tienen los gobiernos nacionales es sencillamente intolerable. Conceptos como el bien común, la libertad de los españoles o la igualdad interregional viven actualmente aherrojados en un sistema representativo completamente impresentable a estas alturas de curso. Son casi treinta los años que llevamos practicando la democracia liberal parlamentaria y hora es ya de que la representación de la soberanía nacional -repetimos, nacional- se adecúe al sentir popular de la sociedad española.


Noticia nº 1: El PNV augura su apoyo a los Presupuestos en el Senado si se cumplen los compromisos. Es decir, que el partido de Sabin Etxea apoya los Presupuestos Generales del Estado en función de sus particulares compromisos con Rodríguez Zapatero. A los sabinianos no les interesa si tal o cual partida es correcta; si tal o cual partida es desmedida, injustificada, necesaria o innecesaria. Al PNV lo único que le interesa es que se cumplan los compromisos.

Noticia nº 2: Carod advierte que el fracaso del Estatut conduciría a elecciones en España y Cataluña. Traduzcamos. Roviretxe pasa olímpicamente del bienestar de la ciudadanía, de los proyectos de los distintos ministerios españoles y consejerías regionales, de la estabilidad política... Todo eso le importa una higa a ERC. La Esquerra dará gobernabilidad a Zapatero mientras haga lo que ellos quieren. Y nada más. Porque la marcha de la nación española, el fluir de la sociedad, la modernización del país... son aspectos completamente secundarios para Roviretxe. El político aragonés embarretinado, lo único que quiere es sacar a Moncloa un Estatuto de máximos, que rebase la Constitución para acabar con España.

¿Se dan cuenta, amigos lectores, cómo con estos mimbres no podemos progresar los españoles? Urge una reforma electoral que haga posible que España sea gobernada sin complejos, sin ataduras y sin privilegios regionales. No sabemos si la solución es una segunda vuelta electoral, un sistema proporcional, una ley que atribuya la totalidad del Poder al partido más votado o qué. Pero, lo que está claro es que así no podemos seguir. La cantidad de fuerzas que España está tirando por la borda y la cantidad de sinergias que se están desaprovechando al tirar cada uno del carro por su cuenta es ya inaguantable. Si somos españoles y europeos, que se note de una vez por todas.

Autor: Smith
Publicado el 19 de noviembre de 2005

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