Batasuna, compinche de los terroristas de ETA, ha difundido entre sus amigos y simpatizantes un documento que estimo tremendamente revelador de cara al nuevo escenario planteado tras el comunicado en el que los etarras han hecho saber que ni se disuelven como organización terrorista ni entregan las armas en su poder.
En dicho documento –en el que, por supuesto, no reniegan de los atentados cometidos sino todo lo contrario– se recogen una reflexión especialmente esclarecedora: “Parece mentira cuánto hemos avanzado en pocos meses, dónde estábamos y dónde estamos. Ahora no hay ningún precipicio ante nuestros ojos” y toda una declaración de principios: <strong>“En Euskal Herria nada ha terminado. La nueva estrategia no da fin a nada, porque es la continuación lógica a todo lo que ha pasado hasta ahora”.
Quien no quiera enterarse que no lo haga, pero está claro que bajo el gobierno de Zapatero los etarras y sus compinches de correrías van de triunfo en triunfo y parecen tener en su mano la piedra filosofal que les proporciona inapelables éxitos.
ETA nos dice a los españoles que exige una negociación de igual a igual sin renunciar al armamento con el cual ha impuesto el terror durante décadas y lamentándose del sufrimiento que dice haber padecido y padecer: pues cojonudo. A brindar con champán entre emocionadas lágrimas felicitándose por algo –el fin de ETA– que no ha sucedido y a intentar sacarle buenos dividendos electorales, que ya el oráculo González nos ha explicado a quien tenemos que estarle agradecidos por nada.
Batasuna reconoce que la compresiva permisividad gubernamental les ha permitido apartarse del abismo al que estaban fatalmente asomados: mola mazo y demuestra que somos el colmo de la chachi-tolerancia-que-te-cagas-paca al permitir que los filoetarras engrosen sus arcas con los dineros de todos aquellos a los que nos quieren dar por saco.
Ciertos canallas se jactan públicamente de la muerte y el terror que han sembrado a lo largo y ancho de este país durante larguísimos años sin demostrar ni un ápice de arrepentimiento: guay del Paraguay, que ya hace años en Telecinco nos enseñaron que hablando se entiende la gente: talante, talante, talante.
Guardias civiles denuncian que, en el más absoluto de los abandonos institucionales, son acosados como alimañas en los ayuntamientos regidos por Bildu: signo de los tiempos, tan lógico como deseable es que los conejos se abalancen sobre las escopetas, que además de progresista es mucho más ecológico.
Visto lo visto, a nadie puede extrañar que los batasunos hayan dicho lo de “dónde estábamos y dónde estamos”. Sólo les ha faltado añadir: “¡Son tontos estos españoles!”
Autor: Rafael Guerra
Publicado el 23 de octubre de 2011
Pero Rafael, no te das cuenta que es un mensaje para evitar confesar todo lo contrario, cuando queremos leemos literalmente, y cuando queremos leemos entre lineas, seguro que eres capaz de ello si lo intentas.
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