A los de Amaiur ni un duro de más, que lo desvían a sus jefes de la ETA para que lo derrochen en balas y bombas lapa. Con independencia de la pasta que les correspondería a los etarrófilos en caso de que lograran soslayar el reglamento de la Cámara, no creo en absoluto que deba concedérseles grupo parlamentario propio. Hay otra razón de mucho peso: el acceso a la Comisión de Secretos Oficiales. Simplemente, en esa comisión se debate a menudo no pocas cuestiones que tienen que ver directamente con el terrorismo etarra. Y sería de pardillos dejarles meter la cabeza en lo que tanto les afecta. Vamos, que nos las habríamos ante un plagio de la operación Faisán, en este caso legalizada y al más puro estilo socialista.
Podrá decirse que UPyD se encuentra en una situación parecida y todo apunta a que sí va a lograr su propio grupo. Pero no, no es así ni de lejos. UPyD es un partido demócrata que se muestra respetuoso con la Constitución española y con la unidad de España. Lo contrario que Amaiur, un grupo de fulanos defensores de la ideología totalitaria propugnada por la banda de asesinos, a la que sirven babeantes (hasta siete veces se ha negado el portavoz a condenar la violencia etarra), y además un burdo soporte político del independentismo dispuesto a llegar a la ruptura de la Nación española, sea al precio que sea y siempre y cuando la nuca que peligre se corresponda con la del vecino no separatista. Por tal razón, si estos estalinistas y defensores de la violencia o la extorsión han prometido sus cargos por imperativo legal, que sea la reglamentación del Congreso, aplicándola en su literalidad, la que les fije a ellos el imperativo. ¿No?
Autor: Policronio
Publicado el 15 de diciembre de 2011
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