Zapatero ha recibido un serio toque de atención de la pareja que manda en Europa. O sea, de Sarkozy y Merkel: "Se ha terminado el derroche, a partir de ahora tienes que fijar un tope de gasto. Sí o sí". El eterno adolescente, que no ve el momento de poner los pies en polvorosa para alejar de sí este calvario (si algo le retiene en el cargo es acabar de colocar a los amigachos o dar las últimas subvenciones), ha optado por decir amén a los mandamases "uropeos" antes que enfrentarse al sedicente líder del Psoe: ese Rubalcaba derrochón que no quiere límite alguno para poder comprar el apoyo de los nacionalistas si Rajoy no saca mayoría absoluta y que se cachondeó del PP cuando hace un año propuso lo mismo que ahora pide ZetaPé: limitar el gasto público.
Rubalcaba se sabe perdedor con independencia de cuantas jugadas secretas, sean a cargo de los "indignantes" o de otras especies dañinas, puedan llegar en vísperas electorales. Se sabe perdedor, incluso, si los hijos de la gran puta de la ETA deciden hacer una pira funeraria con todas su armas y varios de ellos, además, se inmolan rodeados de un cinturón de explosivos. Frente a las cámaras de televisión, por supuesto. Nadie, absolutamente nadie, creería que un acto así supondría que los de la banda de asesinos dejaran las armas, la extorsión y el acoso a los demócratas. Lo suyo es que sean cazados uno a uno como alimañas. Vamos, como lo que son. Y a los que no mueran en los enfrentamientos con las fuerzas del orden, pues ya se sabe que les tocará apechugar con 40 años de prisión, ni un día menos.
Pero una cosa es que Rubalcaba se sepa perdedor, lo que en resumidas cuentas le dará la jefatura de la Oposición durante cuatro años, que en toda una legislatura hay mucho tiempo libre para la maquinación y el gatuperio político (su afición predilecta), y otra muy distinta es que haya encajado con gusto la penúltima puñalada trapera de José Luis, su todavía jefe en el partido. Así, pues, de boca para afuera nuestro hombre se ha limitado a comentar que el presidente "le ha convencido", si bien en traducción simultanea la versión original más bien ha sonado a: ¡tus muertos! Y no me refiero al abuelo de ZP y otros finados de su ralea, simplemente es una frase hecha que viene a resaltar la doble faz roqueña del aspirante a la muerte "digna" de los demás, primera de las leyes que, dice, perpetrará si es elegido presidente. No será con mi voto, ¡mamón!
Autor: Policronio
Publicado el 24 de agosto de 2011
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