Ataques a capillas, retirada de crucifijos, sistemático acoso a la religión católica… No cesa el hostigamiento, ante la pasividad de los poderes públicos, de las turbas violentas anticlericales contra los practicantes católicos españoles.
La atroz ofensiva desencadenada por los totalitarios ya tiene fecha marcada en el calendario para una nueva batalla contra las más elementales libertades individuales supuestamente garantizadas por la Constitución: se ha convocado en Madrid una “procesión atea” que tendrá lugar el Jueves Santo en Madrid, siguiendo prácticamente el mismo recorrido que la procesión cristiana.
En esta ocasión, los organizadores del aquelarre liberticida han batido sus propias marcas de grosería, provocación y pasión por el sojuzgamiento de buena parte de la población española, como se puede dictaminar por los nombres de algunos de los “pasos” con los que saldrán en procesión: Cofradía de la Virgen del Mismísimo Coño, Hermandad de la Santa Pedofilia o Cofradía del Papa del Santo Latrocinio.
Entre los patrocinadores de este nuevo desafío contra los derechos del prójimo se cuentan, entre otros, la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (que de asociación madrileña tendrán mucho, pero de pensamiento y libertad no tienen ni puñetera idea) y la Asamblea Vecinal La Playa de Lavapiés. No podía faltar a la cita con el ideal dictatorial el inevitable payaso Leo Bassi, que llevará la voz cantante en una “fiesta” (estalinista, es de suponer) en la que se “renovará el voto y juramento de creer y defender la inefable verdad del ateísmo universal” (sic).
A mí me parece muy bien que estos individuos alardeen (estúpidamente por otra parte) de su ateísmo, a mí me parece fenomenal que estos individuos patrocinen que el ateísmo universal es “una verdad inefable”, a mí me parece muy lícito que estos individuos hagan pública exhibición de su mayúscula ignorancia al desconocer que si no fuese por la trascendental importancia del catolicismo en la historia de España tal vez no pudiesen vociferar a los cuatro vientos su condición de ateos.
Sin embargo, no me parece tan bien que estos individuos ofendan de forma gratuita y cobarde los sentimientos de millones de españoles. No me parece tan bien que estos individuos hayan emprendido la caza despiadada del católico siguiendo los pasos de sus idolatrados antecesores de los años treinta. No me parece tan bien que estos individuos atenten de forma mendaz contra los derechos de millones de ciudadanos y pretendan conculcar las libertades ajenas.
Y como no me parece bien, y como estoy harto de que nos toquen los cojones y, al ritmo que vamos, pronto nos tocarán (o cortarán) algo más, creo que ya es hora de reaccionar y hacerles frente a estos trogloditas. No podemos dejarnos coaccionar y amedrentar por esta chusma de bárbaros sedientos de sangre católica. Hay que plantarse y decir hasta aquí hemos llegado, capullos: no nos llevaréis como ovejitas al matadero.
Debe quedar claro que este escrito no es una llamada a la violencia. Es una apelación a la defensa de los derechos y libertades de católicos y no católicos contra las furibundas embestidas de todos aquellos elementos indeseables que pretenden despojarnos de ellos.
Autor: Rafael Guerra
Publicado el 28 de marzo de 2011
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