domingo, 9 de diciembre de 2018

La Guardia Civil evita el cambalache electoral de Rubalcaba


Respecto a esa banda de asesinos profesionales conocida como ETA-Bildu, los socialistas de ZP-Rubalcaba han demostrado ser unos auténticos pardillos (adviértase que las siglas de los facinerosos van de dos en dos). Los todavía amos del BOE creían tener todo el poder del Estado, usado para la conspiración en multitud de tropelías, y ahora comienzan sus cuentas por el dos por cero es cero. Quiero decir, que ya nada les va a salir como habían planeado tan a conciencia, o tan  a falta de conciencia, ni siquiera ese comunicado etarra de disolución que les ayudase a recobrar diez puntos en las encuestas y emparejara al PSOE con el PP, lo que sin duda suponía la continuidad de esa coalición espuria entre el socialismo antiespañol y los nacionalistas de todo pelaje.

La negociación entre ambos grupos de malhechores comenzó antes de 2004, mientras el farsante ZP firmaba la Ley de Partidos que debía poner en su sitio a los violentos y que jamás tuvo intención de cumplir. Han sido ocho años de cesiones a la banda de asesinos que han dado como resultado la impunidad de muchos etarras o el año y pico de prisión a que les ha salido cada asesinato. Ahora, en el no va más de esa alta traición simbolizada por el caso Faisán y la sentencia del Constitucional, nos encontramos con la entrega a los pistoleros de un tercio del País Vasco, además de unos cuantos ayuntamientos navarros. Y eso sin contar que el mismo alto tribunal, en realidad más conocido por sus bajezas, ha admitido a trámite el recurso de Sortu, la formación etarrófila inicial, o plan A, que aún apesta más a delincuencia que la propia Bildu. Luego me temo que las cesiones a la banda, en busca del ansiado comunicado de los diez puntos de alza en las encuestas, no concluirán mientras estos traidores mantengan los resortes del Estado y los usen a capricho. 

Lo que ocurre es que no habían contado con la Guardia Civil, una institución honrada como pocas y siempre leal al pueblo español, al contrario que sus mandos políticos, que ha comenzado a actuar con decisión tan pronto como ha podido. En realidad, lo de la G.C. supone la obediencia a la ley y el intento de orillar la ilegalidad permanente propuesta por Rubalcaba. Mientras estuvo Garzón, otro delincuente del mismo grupo ideológico, unos cuantos expedientes que apuntaban de lleno a delitos de los zapaterinos (el más conocido de ellos el caso Faisán) durmieron varios años en los cajones de su juzgado. Otro de esos expedientes "dormidos" fue el caso "Iñaki de Rentería", máximo responsable de la ETA en la etapa en que se mantuvo secuestrado al funcionario de prisiones Ortega Lara y por lo tanto responsable directo de ese secuestro.

Pues bien, el pasado 25 de mayo Ignacio Gracia Arregui, alias Iñaki de Rentería, fue detenido por la Guardia Civil en Irún, donde campaba a su aire y festejaba el resultado de sus chicos de Bildu. ¿Qué ha cambiado para que se produzca la detención? Muy sencillo, Garzón ya no está de "apagafuegos" ante las fechorías de Interior y su sustituto en la Audiencia Nacional, el juez Pablo Ruz, no ha dudado ni un momento en firmar la orden de detención ante las nuevas pruebas presentadas por la Guardia Civil. Antes, eso es evidente, ni Interior, ni la Fiscalía del Estado, ni determinados jueces, daban trámite a un trabajo tan arriesgado y laborioso como el que la Benemérita ha venido practicando ante los criminales de la ETA.  

Ni que decir tiene que los etarras han montado en cólera ante el caso "Iñaki de Rentería" (igual que Interior), y como se deduce de todo ello no va a ser nada fácil que los aún insatisfechos etarras saquen a tiempo el comunicado que Rubalcaba aguarda ansioso. Y eso sin contar que se organizarán unos cuantos "pasacalles" de Bildu para pedir la liberación de uno de sus cabecillas más sanguinarios. Luego ya no tiene mucho sentido prolongar la agonía electoral hasta marzo de 2012, salvo que se pretenda conseguir algo más de tiempo para seguir "colocando" a los amigachos y tal vez, sólo tal vez, anticipen las elecciones a finales de noviembre para aprovechar la pequeña bonanza del turismo.

En cualquier caso, considerando que ha sido la Guardia Civil la que ha puesto un enorme obstáculo al cambalache electoral montado a pachas entre Rubalcaba y los etarras (ojo, hablo de cambalache): ¡Viva la Guardia Civil y su admirable tenacidad en la persecución de un delito que se remonta a la friolera de 15 años!

Autor: Policronio
Publicado el 28 de junio de 2011

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