domingo, 9 de diciembre de 2018

Hembrismo ibérico


Por fin nuestro feministo zp ha conseguido colocar al hembrismo ibérico en la máxima institución colectivista del planeta; la ONU mujer.

Hace algunos años, discutiendo con una profesora universitaria, feminista y muy liberal ella (al menos así le gusta definirse), le pregunté a qué le evocaría la existencia de un movimiento masculinista. Me respondió rotundamente:

. “A movimiento colectivista, y como todos buscará privilegios particulares de grupo y cualquier objetivo que se proponga legitimará subvenciones sin fin, como pasa con todos los colectivismos” 

.  “Me alegro que seas tan liberal (le respondi), pero eso es lo que para mi siempre ha representado el feminismo... por mucho que lo defiendas bajo el nombre de un feminismo liberal... no deja de ser un colectivismo explotador del resto de la sociedad”.

La ONU Mujer, sin lugar a dudas eso es lo que representa: Un gobierno paralelo que bajo el mantra de la igualdad se otorga el poder absoluto a través de los gobiernos nacionales, para imponer toda clase de privilegios a las mujeres, a costa de esos mismos derechos conculcarlos en la media humanidad masculina... que para eso se ha diseñado el modelo “democrático” de occidente, para que la legislación esté al servicio de los gobiernos (no para que el legislativo esté para avalar la igualdad de todos los ciudadanos ante ley).

La ONU mujer es hoy, sin lugar a dudas, la mayor institución constructivista del mundo, y por tanto el organismo mundial a partir del cual se ponen en marcha de manera escalonada en cada país los objetivos de reingeniería social.

Tras el mantra fasciosocialista y fasciofeminista de la igualdad, no hay un solo derecho feminista impuesto, que no haya sido a costa (no de conseguir la igualdad con los hombres) sino de conculcar dicho derecho en los hombres. Y así por ejemplo dicen estas hembristas mundiales: 

- Tengo derecho a divorciarme cuando quiera de un hombre”. Pero yo no conozco a ninguna mujer que se haya separado cambiando las condiciones de separación por las que el feminismo jurídico impone a su marido... que de facto es una forma de explotación económica que toda mujer puede ejercer contra cualquier varón esté o no casado con él.

- “Tengo derecho al aborto” (a matar a mi hijo). Pero ese mismo derecho se lo niegan al padre. Es más, con la jurisprudencia feminista, si esa mujer quiere tenerlo y el padre no, éste estará obligado a todas sus responsabilidades paternas y sin ningún derecho sobre ese hijo.

- “Tengo derecho a la paridad laboral”. Por supuesto sólo para los puestos laborales que le interesen... y por supuesto también, casi siempre a costa de dejar fuera a un hombre con tantas o más capacidades que ella... y por supuesto la paridad laboral jamás para los puestos de alto riesgo y accidentes laborales mortales.

- “Tengo derecho a mi maternidad a costa de las cargas impositivas de la sociedad y de la empresa que me contrata... porque los hijos son míos y del estado... los hombres meros sementales a nuestro servicio (a esto lo llaman eufemísticamente “conciliación trabajo-familia”). No lo dicen así de claro, pero a los resultados me remito. De hecho, y como consecuencia de ello, la única familia defendida y protegida por el feminismo es la monoparental femenina. De hecho la paternidad en la jurisprudencia feminista, no es un derecho del varón.

- “Tengo derecho a definir como maltrato todo lo que se me antoje y que mí palabra “per se“ sea prueba en cualquier denuncia contra varón (la prueba de mi falsedad ha de demostrarla el varón siempre, y por supuesto cuando ello sucede, que tal denuncia falsa sea definida jurídicamente como “falta” nunca como “delito”)”. Tampoco utilizan exactamente estas palabras para decirlo, pero estos son los hechos que materializan.

- “Tengo derecho a que por el mismo acto castigado por ley, mi pena por ser mujer sea menor que la recibida en el mismo caso por un hombre”.

- “Tengo derecho por ser mujer a que en los puestos públicos no se  exija paridad alguna, y en los privados si somos mayoría mujeres, tampoco”. 

- “Tengo derecho por ser mujer, a que las subvenciones públicas bien sean para sanidad, educación, etc. siempre estamos privilegiadas en dichas subvenciones las mujeres”.

- “Tengo derecho por ser mujer a instituciones específicas femeninas (institutos de la mujer, ministerios de igualdad, instituciones del género, etc.) que serán prohibidas por ley las que pudieran ser paralelas para los hombres”. 
- “Tengo derecho por ser mujer, a que las políticas educativas, siempre y cuado con ellas las mujeres salgamos favorecidas, no se cambien a pesar de que demuestren que son negativas para los varones (ahí están los datos que demuestran como el actual sistema educativo genera 4 suspensos masculinos por 1 femenino). ¿Si fuese a la inversa lo cambiarían?

Etc...

Todo ello son pequeños ejemplos de lo que representa (muy concretamente para occidente) la ONU mujer. Y que bien podríamos sintetizarlo en colectivismo, explotación económica de los varones, discriminación jurídica de claro carácter hembrista contra la igualdad ante ley de hombres y mujeres y sobre todo, la mayor y más totalitaria institución de adoctrinamiento y reingeniería social jamás existente en el mundo. Y por supuesto, todo ello pagado con nuestro dinero, muy en concreto de los varones del mundo.

Lo más grave, es que todo este concepto colectivista del feminismo, les guste o no a las mujeres como la profesora liberal que os comentaba al principio, generará como respuesta inevitable una conciencia social masculina y por tanto, un masculinismo social tan radical como el feminismo actual. Claro que para entonces la profesora liberal y feminista, a toro pasado descubrirá que el feminismo, todo él, no era más que un colectivismo perverso, cuyas consecuencias generacionales las pagarán muy caro las hijas y nietas de las actuales aidos, pajines, sorayas, doñas esperanzas, etc. todas ellas muy liberales (de izquierdas y derechas). Pues las feministas de derechas, muy liberales ellas, no modificarán ley alguna impuesta hasta el presente por el fasciofeminismo mundial. Es bastante probable que las feministas del pp tales leyes las radicalicen aún más. Yo lo afirmo que así será. Que luego los varones no se quejen si votan al pp. 

Autor: Pablo el herrero (Firmas invitadas)
Publicado el 26 de junio de 2011

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