El INE publicó ayer los datos de la EPA referidos al último trimestre del pasado año, póstuma entrega de la
siniestra herencia cortesía del señor Zapatero, el señor Rubalcaba y la señora
Chacón entre otros. Ya saben, aquellos que se hartaron de repetir que aquí no
había ninguna crisis y que la economía española, merced a sus buenos oficios,
navegaba viento en popa a toda vela.
Sí, aquellos
mismos que, tras habernos vendido un paraíso de bonanza y bienestar sólo real
en el ensueño de los muy obtusos, los muy cándidos o los muy agradecidos, en
lugar de coger el toro por los cuernos hicieron lo peor que se podía hacer, lo
único que no se podía hacer: absolutamente nada más que tarde, mal y arrastro.
Aquellos mismos
que nunca harán cola en la puerta del INEM ni desgastarán las suelas de sus
zapatos yendo de puerta en puerta a entregar un currículum en no pocos casos
obscenamente tosco y ramplón, en cuyas hojas no se podrá encontrar mayor valía
y preparación que haber sabido medrar a la sombra de unas siglas políticas.
Aquellos mismos
que, después de haber hipotecado con su frívola incompetencia el presente y el
futuro de los demás, volverán a no muy largo plazo a tener en sus manos las
riendas del gobierno de este país. Y, con la misma o distinta cara, volverán a
sumirlo en la miseria.
Mientras tanto,
no sé cómo tiene usted que arreglar este trágico desaguisado, señor Rajoy.
Principalmente por la cuenta que nos trae aunque, a modo de efecto colateral,
su hipotética buena gestión servirá para que... cuando vuelvan “los mismos socialistas”
tengan algo que estropear.
Autor: Rafael Guerra
Publicado el 28 de enero de 2012
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