No hay duda alguna, las élites de nuestro siglo ya no son los nobles con título, ni los JASP (Joven Aunque Sobradamente Preparado), ni mucho menos los intelectuales con talento (pongamos los grandes literatos). Es más, ni siquiera cuentan como élites los sedicentes artistas del cine y el teatro, por más subvenciones que les lleguen y cejateros que se manifiesten. No y mil veces no, la élite hoy en día está formada casi en exclusiva por el mundo de los homosexuales de izquierdas y sin escrúpulos, que van adentrándose poco a poco en la vida de los demás, decidiendo qué es correcto o qué no lo es y si responde, por lo tanto, a la condición de homófobo, palabra de tipo baldón que cuando la aplican a alguien vale más que ese alguien desista de cualquier aparición pública o será claramente ‘lapidado’.
Autor: Policronio
Publicado el 1 de marzo de 2011
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