Con nuestros altibajos (¿qué página no los tiene?), durante siete años hemos mantenido una línea continuada de opinión sobre la actualidad política. Lo hemos hecho a lo largo de 5.000 artículos que corrieron a cargo no ya de los titulares del blog en cada momento, sino también de numerosas firmas invitadas que han desfilado por nuestra casa. De todos los participantes, por supuesto sin ánimo de despreciar a ninguno de ellos, quiero citar hoy únicamente (in memoriam) a un brillante colaborador fallecido: Carlos Vilas Nogueira, al que debemos varias docenas de páginas sabrosísimas, ya que a su radiante prosa añadía la más fina ironía gallega.
Además, en el archivo de Batiburrillo pueden leerse un total de 53.000 comentarios, algunos de los cuales valen su peso en oro, lo que es una forma de indicar que se te cae la baba ante la lectura de tanto ingenio como a veces han derrochado los intervinientes. Si a eso le sumamos los 2,5 millones de páginas vistas, tendremos una idea aproximada de lo que significa Batiburrillo. Por desgracia, desde hace ya algún tiempo los blogs andan de capa caída como consecuencia de su aparatosa proliferación. Morir de éxito, creo que se llama. Y Batiburrillo no iba a permanecer inmune a tanta dispersión.
Aun así, raro es el día en que no aparecen cientos de blogs, lo que supone la desbandada de los lectores potenciales. Las redes sociales tipo Facebook han restado igualmente un gran número de lectores a las bitácoras, que es como llamábamos al principio a los blogs. Es comprensible, el participante en una red social apenas debe insertar una notita que se publica en el acto, mientras que en Batiburrillo, por ejemplo, debemos tener los comentarios moderados para evitar cientos y cientos de spam (basura) que entran a diario, sin contar las notas extremadamente insultantes o amenazantes, que también abundan lo suyo.
¿Cuál será el futuro de Batiburrillo? Lo ignoro incluso a corto plazo, porque uno anda desfondado respecto a tanto sinsentido e infamia como se da en la política. Al respecto recuerdo lo que comenté no hace mucho: "Voy a fijarme metas pequeñas en relación a la actualización de Batiburrillo". Una de esas metas era la de alcanzar los siete años de vida. Ya hemos llegado. La próxima meta ni siquiera me la planteo. Ya veremos. En cualquier caso, los lectores que no nos conozcan deberían saber que se hallan en una página dedicada a la crítica política, de ideología liberal (en lo económico, apostamos por una Administración mínima), conservadora (de los valores tradicionales más valiosos) y patriótica (España nos interesa), que además apuesta decididamente por el derecho a vivir. De donde se deduce que nos encontrará enfrente de cualquier tipo de iniciativa política contraria a nuestra ideología, al menos mientras este blog siga activo.
Finalmente decir que apostamos firmemente por la democracia y la libertad individual, para lo cual consideramos que es requisito indispensable recuperar a no tardar la separación de poderes, situación conculcada hoy en día como consecuencia de la partitocracia imperante, en la que el Ejecutivo mangonea arbitrariamente en todos los ámbitos públicos. Habría que añadir, para rematar esta entrada de aniversario, que la llamada España autonómica (término contradictorio) es una verdadera desgracia en sí misma que los españoles no podemos permitirnos, ni económicamente ni por ser el germen de cuanto enfrentamiento ha venido acarreando.
Autor: Policronio
Publicado el 16 de abril de 2011
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