La bancarrota moral de Zapatero ha llegado a un grado superlativo, hasta el extremo de haber comentado ayer en un mitin, desvergonzadamente y en frase textual, que "combatimos un paro que no creamos". Es decir, una doble falsedad destinada a sus seguidores más imbéciles y radicales. Porque solamente desde la imbecilidad o la fe ciega es posible aceptar que el tarado que aún manda sea ajeno a la creación de tanto desempleo. Y eso sin contar, he ahí la segunda falsedad, que en absoluto se hace lo necesario para combatir la peor lacra a la que nos lleva siempre el socialismo: la miseria de los más y el enriquecimiento de los amigachos. ¡Que lástima que el sindicalismo cómplice, en lugar de viajar a Valencia a manifestarse en una comunidad del PP, no haya decidido hacerlo en los aledaños de la Moncloa!
Autor: Policronio
Publicado el 1 de mayo de 2011
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