Como colofón a las reflexiones veraniegas de hace unos días, querría dedicar unas líneas al papel desempeñado por los partidos nacionalistas en esta labor de destrucción de España, con sus continuas exigencias de nuevas competencias al Estado para aumentar los niveles de autogobierno en las Comunidades Autónomas o Taifas en que gobiernan. Es una labor que han venido desarrollando a lo largo de la reciente historia democrática española, aprovechándose de la debilidad de los gobiernos centrales, tanto del PSOE como del PP, cuando éstos los han necesitado para gobernar al no disponer de mayorías absolutas.
Zapatero ha agravado esta situación de jaque al Estado con su política de claudicación ante el nacionalismo independentista, como bien ha puesto de manifiesto la aprobación del Estatuto de Cataluña y su pretensión de esquivar como sea la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el mismo para contentar al gobierno catalán. Esto solo puede interpretarse como un paso más en su maquiavélico proyecto de aniquilación de España, asegurarse el apoyo de los nacionalistas para mantenerse en el Poder y arrinconar al PP, impidiendo que éste pueda gobernar.
Para nada importa que los españoles hayamos dejado de ser iguales ante la ley dependiendo de la Comunidad Autónoma en que vivamos, o que la libertad esté siendo vulnerada gravemente, como ocurre con la imposición lingüística en aquellas Taifas donde existen dos lenguas, en detrimento del castellano, o con inexplicables prohibiciones, como las corridas de toros en Cataluña, sin que el gobierno de Zp mueva un solo dedo, simplemente porque ésta es la forma que tiene de entender la democracia y porque, al fin y al cabo, esto forma parte de dicho proyecto.
Aunque Zapatero perdiera las próximas elecciones, como todo parece indicar, su plan continuará adelante para desgracia de la mayoría de los españoles, que seguiremos viendo con indignación e impotencia cómo entre unos y otros desmantelan España.
Autor: Fernando León (Firmas invitadas)
Publicado el 25 de agosto de 2010
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