El socialismo es consciente de que sus votantes se encuentran entre los más incultos, los de credulidad a toda prueba, los pelagatos conformistas y, muy especialmente, entre los interesados en que una gran parte de la población siga en tales condiciones de insuficiencia intelectual. De ese modo es más fácil controlar a los votantes, que consideran cautivos. El afecto al socialismo, al decir de la propia izquierda casposa (perdón por la redundancia), debe poseer un grado de simpleza suficiente como para llegar a aceptar lo que con frecuencia no son sino auténticas falsedades que retuercen zafiamente la realidad.
Y hablando de falsedades y farsantes, ¿qué me dicen de esta foto?
Autor: Policronio
Publicado el 7 de febrero de 2011
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