En el tema de los endeudamientos regionales, Cataluña pone la música y las demás comunidades bailan a su son. Salvo que sean de buen resignar y no dispongan de un paseo de Gracia para salir en manifestación multitudinaria a ciscarse en el Constitucional, en cuyo caso se quedarán sentadas, compuestas y sin baile. Tal es el caso de las regiones de Murcia y Castilla-La Mancha o de la propia ciudad de Madrid, que es más de media Cataluña, a las que Zapatero les ha negado previamente lo que ahora le concede al gobierno catalán: la posibilidad de endeudarse a largo plazo, más cientos de millones de euros destinados a infraestructuras y unas cuantas transferencias de propina.
Naturalmente, semejante política discriminatoria, que encima no le ha bastado a Artur Mas (ya se sabe que los nacionalistas nunca están satisfechos con nada), ha originado lo que el ABC denomina ‘Rebelión autonómica contra el trato de favor de Zapatero con la deuda catalana’.
A estas alturas del guión, muy pocos tendrán dudas de las razones que haya podido tener ZP para usar una conducta tan arbitraria en la que a uno sí y a otros no. ¡Puro interés! Simplemente, su instinto inicuo le permite practicar abiertamente la injusticia y quedarse tan tranquilo. Lleva siete años practicando la irregularidad, el abuso o el bandazo sectario, y a buen seguro que el tío duerme de un tirón por las noches, sin conciencia alguna que le remuerda y feliz de haber realizado otra jugada maestra al asegurarse durante 2011 los votos de CiU, esa banda de interesados que prefiere vivir al día chantajeando al gobierno antes que ayudar realmente a crear un Estado moderno y bien organizado en el que ellos, los catalanes, vivirían de coña.
Autor: Policronio
Publicado el 8 de febrero de 2011
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