A propósito de la última canallada del tirano marroquí en el Sahara Occidental, sólo se me ocurren tres razones, todas ellas envueltas en cobardía o interés codicioso, por las que el Gobierno de Zapatero lleve tantos años de bajada continuada de pantalones con el moro Mohamé: 1. Hay pánico a que puedan practicar una marcha verde sobre Ceuta y Melilla, y está claro que el eterno adolescente no tiene bemoles para prevenirla y mucho menos para rechazarla si se llegara a dar. 2. Hay pánico a que pueda desvelarse qué hizo realmente —y por encargo de quién— el servicio secreto del sultán en vísperas del 11-M, donde se dan unas cuantas ramificaciones que apuntan en esa dirección. 3. Hay pánico a que el ‘lobby’ económico que encabezan Felipe González y otros socialistas, del que se asegura que extraen sus buenos réditos, pueda ser expulsado de Marruecos y dejado a pan pedir, lo que nada le costaría al amo de vidas y haciendas que todo lo controla en ese coto de ‘caza’ norteafricano.
Ahora bien, supongamos que uno fuese un mal pensado (o simplemente un antisocialista incapaz de valorar las virtudes de semejante tropa) y nada de lo que se apunta más arriba fuese cierto: 1. Temor cero ante Ceuta y Melilla. 2. Implicación descartada por completo respecto al 11-M —¡qué disparate!— y 3. Donde se adivina un ‘lobby’ de intereses espurios encabezado por Felipe y su amo Slim, solamente existe la actuación legítima de un grupo de emprendedores dispuestos a crear trabajo entre los moritos, casi a precio de coste.
Bien, pues si sucediese así, si todo fuese tan inmaculado, entonces qué sentido tiene que Ferraz haya cambiado el chip —avergonzando a muchos de sus propios militantes— y decidido validar la actuación de Marruecos en el Sahara, donde cabe recordar que se han dado muertes, palizas, torturas, estragos y arrestos contra una población que se limitaba a protestar pacíficamente contra la tiranía que vienen padeciendo desde el 6 de noviembre de 1975, cuando 350.000 marroquíes fueron enviados por el tirano anterior, padre del tirano actual, para anexionarse un territorio que nunca fue de ellos. ¡Ojo, y que no se olvide que esa muchedumbre iba acompañada de otros 25.000 militares marroquíes! Lo que convirtió a la ‘Marcha Verde’ en una auténtica invasión militar, de lo más deshonrosa, en la que el ejército de Hassán II interpuso como escudos humanos a su propio pueblo.
Repito, ¿qué sentido tiene la bajada continuada de pantalones de ZP? ¿Alguien podría explicarlo?
Autor: Policronio
Publicado el 17 de noviembre de 2010
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