Alejo Vidal-Quadras. |
Con algunos errores importantes a lo largo de su dilatada carrera política, como por ejemplo no haber fundado un partido propio en Cataluña cuando fue defenestrado de un modo imperdonable por Aznar, que aceptó el chantaje de Pujol, Alejo Vidal-Quadras aún mantiene el destello de frescura del político 'pata negra', sobre todo cuando expresa verdades como puños semejantes a estas, las cuales le convierten en imprescindible en la vida pública, especialmente en la catalana, donde, con muy pocas excepciones, se observa un espantoso páramo salpicado de pedruscos: separatistas enmascarados (CiU), separatistas marxistas (IcV), separatistas al fascista modo (ERC) o, simplemente, nacional socialistas dispuestos a sumarse a los anteriores con tal de seguir comiendo caliente y a diario (PSC).
Si hemos de compararle con otros 'exiliados' en el Parlamento europeo, digamos que Vidal-Quadras es casi el único cuyas valiosas opiniones trascienden lo suficiente y llegan a toda España, quedándose los demás europarlamentarios españoles, de cualquier partido hacia el que miremos, en un vergonzoso silencio que les delata su postura de no hacer ruido para seguir, a ser posible, en la misma lista electoral destinada a la generosa bicoca que perciben. ¡Menudos sueldazos y otros gajes que se cobran los de Estrasburgo!
Pero si la comparación de Vidal-Quadras fuese con la jefa actual de los populares catalanes, que como mucho dejará el partido en la misma indigencia (moral, electoral y/o intelectual) en el que ahora se encuentra, entonces no habría color posible, ya que Alicia Sánchez Camacho, en relación a la sentencia del 'Estatut', va diciendo estas frases: "El Partido Popular lo interpreta muy positivamente y está muy satisfecho porque en el día de hoy tenemos un Estatuto que representa a todos...". ¿Se la habrá oído a Rajoy? De donde se deduce que esa señora, con o sin el respaldo del jefe pepero, acepta sin más el resto de la norma liberticida en que ha quedado el Estatuto catalán. Vidal-Quadras, por su parte, no ha dudado en calificar ese mismo 'Estatut' de lo que en realidad representa: "Una 'bomba' para España que debería haber sido declarado inconstitucional en su totalidad".
Por eso en Cataluña, cuyos ciudadanos de tendencia españolista son mucho menos insensibles de lo que se cree, aunque sienten verdadero asco hacia el nacionalismo (gran mérito después de 30 años de adoctrinamiento y coacción) prefieren dedicarle el mejor de sus desprecios a los populares de la Sánchez Camacho, facción a la que consideran ansiosa de integrarse en el Partido Único. Por lo tanto, esos electores potenciales deciden quedarse tan ricamente en casa el día de las votaciones. Al fin y al cabo, en el PPC de Alicia lo único que cambia es el color del collar, eso sí, de un perro acomplejado. Algo bien distinto podría suceder, respecto al número de votantes que lograsen, si Vidal-Quadras le dedicara a la política catalana lo que queda de legislatura hasta marzo de 2012 y llegase a encabezar las listas electorales para las generales del PP en Barcelona.
Y eso en el supuesto de que Mariano Rajoy quiera ganar las elecciones, que a estas alturas y visto el temblequeo que le acomete a la hora de comentar la sentencia del TC, donde, como si los nazis catalanes no tuviesen culpa alguna, sólo dirige sus ataques a Zapatero, que es culpable en grado sumo pero no el único. Francamente, uno comienza a dudar que Mariano aspire a gobernar con dignidad, puesto que acceder a la poltrona es otra cosa. Sin contar que en este tiempo que falta para el 2012, el pirómano de la Moncloa nos ofrecerá, una tras otra, varias andanadas de trampas rastreras y propaganda miserable. Trampas que sus cuates cejateros, sindicales y zeroleros secundarán como un solo hombre. Lo de un solo hombre es un decir, lógicamente.
Claro que, a los no nacionalistas residentes en Cataluña (bastantes más de lo que la gente cree), siempre les quedará Ciutadans, la única formación que a día de hoy ha demostrado el coraje necesario ante el Tripartito o ante su recambio CiU. Ciutadans, en contra del mal fario de algunos interesados, comienza a remontar en las encuestas. ¡Lástima que no pueda decirse lo mismo de UPyD en Cataluña, partido igualmente moderado y amante de la legalidad constitucional!
No puedo resistirme, finalmente, a un comentario escrito a modo de interrogante: ¿Se imagina alguien lo que daría de sí un gobierno cuyo ministro de Administraciones Territoriales (Comunidades Autónomas) fuese nada menos que Vidal-Quadras? Estoy seguro de que en pocos meses pondría en fila de a uno a tanto separatista como hay suelto.
Autor: Policronio
Publicado el 20 de julio de 2010
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