“Sentido de responsabilidad y de Estado” es la razón que, tanto nacionalistas vascos como canarios, han alegado para apoyar estos presupuestos del Estado. No que vayan a recibir más transferencias en materia de empleo y seguridad social; no que cambie la denominación de las provincias vascas y la titularidad de las aguas en Canarias; no que hayan pactado en secreto alguna letra pequeña; no, en fin, que reciban a cambio un montón de millones de euros de todos los españoles para sus respectivas taifas en pago por sus servicios como eventuales lazarillos de este gobierno desnortado y sin rumbo.
Si no fuera por lo que este pacto significa de negativo para el conjunto de España, como coinciden en señalar todos los analistas, y por la grave situación económica y social que atraviesa el país, lo del “sentido de responsabilidad y de Estado” sería para partirse de la risa, pues ya sabemos todos el sentido que de ambos conceptos tienen estos partidos nacionalistas.
El “Gobierno de España”, que ahora pretenden sostener el PNV y Coalición Canaria, por muchos cambios ministeriales que se hayan producido, es ya un edificio en ruinas, a punto de desplomarse, pero en el último momento Zetapé ha conseguido contratar a golpe de talonario a unos carísimos albañiles para apuntalar durante unos cuantos meses más ese edificio que se desmorona como un castillo de naipes. Pero con Zp, es el Estado español el que se viene abajo y todos pugnan por llevarse a su casa alguna provechosa tajada de lo poco que aún permanece en pie.
No es, por tanto, Zapatero el verdadero agonizante; es España entera la que, en estado crítico, agoniza.
Autor: Fernando León (Firmas invitadas)
Publicado el 21 de octubre de 2010
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