La aparición de Federico Jiménez Losantos en ‘El Gato al Agua’, el programa estrella de Intereconomía, ha destapado toda clase de rumores en Internet sobre una posible fusión (o al menos un importante acuerdo de colaboración) destinada a la sinergia entre ambos grupos de comunicación: Libertad Digital e Intereconomía. De ser cierto algo así, en mi opinión supondría uno de los mejores proyectos que pudieran concebirse, ya que de tal modo se reforzaría notablemente, permítase la expresión, ‘la última línea de defensa’ de la libertad y la democracia. Y por ende de la salvaguardia de España, que es la única nación europea cuyos infames gobernantes (unos por acciones viles y otros por viles omisiones) no dudan en llevarla al despeñadero con tal de mantenerse en el poder o tomar el relevo de la poltrona.
Todo comenzó con la TDT y el enorme éxito que Intereconomía ha experimentado en su canal de difusión nacional, donde ‘El Gato al Agua’ rompe a diario su propio récord de audiencia. Un éxito que está molestando sobremanera a los antidemócratas zapaterinos, puesto que a diferencia de lo que venía ocurriendo con las seis cadenas sumisas al socialismo de garrafa, ahora sí hay quien les recuerde su inmoral comportamiento. Y además se hace bajo el admirable lema: ‘Orgullosos de ser de derechas’. Nada de medias tintas, de frente y a la cara.
Muchos espectadores, que esperaban desde hace tiempo un medio libre donde informarse y que encima llegase a toda España, puesto que no les encajaba lo que se decía en las otras teles con la realidad a pie de calle, se van pasando en masa a Intereconomía y no dejan de tomar nota de cuanto se denuncia en esta cadena. De ahí unas reacciones tan despóticas del gobierno socialista, según las cuales los que ahora mandan han puesto en marcha el ‘delito de lesa corrección política’.
Pues bien, LD+Intereconomía podrían llegar a crear un poderoso grupo de comunicación que iniciase la debacle de más de una tele de pesebre y que, de paso, metiera en cintura a un Partido Popular que es incapaz de defender a los que están siendo objeto de tantas arbitrariedades y violencia, como sería el caso de la criminal ley del aborto que se ha impuesto por una mínima mayoría parlamentaria, sin que se atrevan a someterla a un referéndum.
Un grupo de comunicación como LD+Intereconomía, que contara con buena parte de la atención pública (ojo al dato), podría ser el respaldo ideal de un partido político de nuevo cuño, de ideología liberal-conservadora, que en poco tiempo acabara por convertirse en el árbitro parlamentario, mandando a hacer puñetas a esos grupúsculos de sanguijuelas que hoy conocemos como nacionalistas y que han venido extorsionando en los últimos 30 años a los diversos gobiernos de España. Hasta convertir a nuestra nación en ‘algo discutido y discutible’, o aún peor si reparamos en la rebelión y el aquelarre nacionalista.
Un potente grupo como el que podría llegar a formarse entre LD+Intereconomía, con un mercado potencial de más del 50% de ciudadanos (hastiados hasta la náusea del todo vale y del derroche), podría significar a medio plazo la regeneración política y moral de España. ¿Habrá un proyecto más esperanzador?
Autor: Policronio
Publicado el 7 de julio de 2010
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